A partir del brote de aftosa registrado en la localidad brasileña de Eldorado, la Argentina y Uruguay decidieron recrudecer también el control sanitario de los vehículos que ingresen por las fronteras terrestres desde Brasil.
En un comunicado, el Senasa puntualizó que la restricción nacional alcanza a los animales en pie, productos cárnicos y menudencias y especies susceptibles de la fiebre aftosa y advirtió que la medida “no incluye a la carne vacuna fresca madurada y deshuesada proveniente del resto de los estados brasileños libres de fiebre aftosa, donde se practica la vacunación”. La disposición del Senasa, a su vez, “admite el tránsito de productos destinados a terceros países, bajo estrictas medidas de bioseguridad”.
Entretanto, el ministro paraguayo de Agricultura y Ganadería, Gustavo Ruiz Díaz, dijo ayer que el foco de la enfermedad no repercutiría en las ventas de carne de los países de la región y aseguró que el ministro de Agricultura de Brasil, Roberto Rodrígues, “informó que en menos de cinco meses esto se resuelve”.
En la Argentina, en tanto, analistas del sector enfatizaron que para el país “son muchos más los riesgos que genera el foco de aftosa que las posibles ventajas transitorias que pueda obtener de esta situación”.
No obstante, también es cierto que Brasil es el mayor proveedor de carne de Chile (70 % de las compras en el exterior proviene de ese país), mientras que el resto es de origen argentino y paraguayo.
