Cheminova Agro de Argentina SA tiene sus antecedentes relacionados con la firma local Chemiplant, fundada por el ingeniero agrónomo Gabriel de Falco en 1984, que opera en el negocio de la protección de cultivos con la síntesis y comercialización de fitosanitarios.
El gran hito en su historia fue en 1999, cuando Chemiplant se convirtió en la filial argentina de Cheminova, compañía de origen danés, que factura globalmente 750 millones de euros, fuerte también en el negocio de los agroquímicos y que tiene presencia en más de 14 países con subsidiarias y en otros tantos cuenta con centros de distribución. Según datos de la compañía emplea a más de 1.900 personas en el mundo y vende sus productos en Europa, América y Asia.
Cheminova se caracteriza por su espíritu enfocado a la investigación para el desarrollo de nuevas moléculas y en esa línea también es un fuerte operador en el negocio de los productos genéricos (sin patente).
En lo que respecta a la filial argentina, no cuenta con una planta de producción en el país ya que importa los principios activos y terceriza la síntesis. Sus oficinas administrativas están en la localidad de Avellaneda, provincia de Buenos Aires.
Cuenta con una amplia red de distribución y una de sus fortalezas es su amplio portfolio de productos, que asciende a más de 50, y no sólo está enfocada a cultivos extensivos, sino que también es fuerte en los intensivos como el negocio hortícola y frutal.
Así es que ofrece además insecticidas, hormiguicidas, fungicidas, fertilizantes foliares, curasemillas, acaricidas y bioestimulantes. Entre los más vendidos se puede mencionar una formulación ‘Premium’ de Glifosato (Total Súper), Archer Plus (Gammacialotrina), Impact (Flutriafol), Lupara (Mercaptotion), Rogor (Dimetoato), Shooter (Clorpirifos), Vantal Forte (Abamectina), Warrant (Imidacloprid).
Antes de que Cheminova comprara su capital accionario, la firma también era una neta importadora y sintetizaba sus productos en plantas de terceros, pero con el ingreso de los capitales daneses tomó más fuerza en el negocio ya que sumó nuevos productos y un nombre de más relevancia en el mercado.
Alguien clave para Chemiplant fue, sin duda, su fundador, Gabriel De Falco, que falleció en 1997 y se desempeñaba en ese momento como presidente de Asaprove y además integraba la comisión directiva de Ciafa y Casafe. De Falco era un reconocido especialista en el campo de la terapéutica vegetal y estaba especializado en el uso correcto de los fitofármacos en el campo.
Al mismo tiempo, el ingeniero De Falco se desempeñó como profesor titular de la cátedra de Terapéutica Vegetal en la Facultad de Agronomía de la Universidad Católica de Esperanza, en Santa Fe. Actualmente, la familia De Falco continúa ligada íntimamente a la compañía ya que el hijo de Gabriel, Alejandro De Falco, se desempeña como presidente de la misma.
En lo que respecta a la situación financiera de la firma, en su ejercicio anual, cerrado en diciembre de 2007, facturó $104,5 millones y obtuvo una ganancia después de pagar impuestos de $6,4 millones. Si estos números son comparados con su ejercicio anterior, en 2006 concretó ventas por $77,3 millones, lo que demuestra un incremento del 35% de un año al otro.
En la misma línea, en lo que respecta a la ganancia final, también tuvo un incremento significativo ya que el año anterior fue de $2,6 millones, esto quiere decir que en 2007 su resultado final se incrementó nada menos que el 146%. Según el BCRA, a marzo de 2009 los créditos tomados por la compañía con entidades bancarias y crediticias locales ascendían a $6,8 millones, el 55% con el Banco Galicia ($3,7 millones), el 42% con el Banco Citibank y el resto con otras entidades. La totalidad, a la fecha, se encuentra en situación uno (normal, sin atrasos en los pagos).
(Artículo publicado en la edición de esta semana de El Federal)
