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Cómo se hacen los campeones de Palermo

Infocampo dialogó con los siete cabañeros de la razas mayores, que lograron los grandes campeones machos y hembras. Todas las experiencias y anécdotas.

Infocampo dialogó con los siete cabañeros de la razas mayores, que lograron los grandes campeones machos y hembras. Todas las experiencias y anécdotas.
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Por Infocampo

En la 124ª Exposición Rural de Palermo, y expresado por los mismos ganaderos, los ánimos estaban renovados. Infocampo dialogó con los siete cabañeros de la razas mayores, que lograron los grandes campeones machos y hembras.

Contaron cómo hacen un gran campeón desde el momento de la gestación. En esencia, defienden la genética con la nutrición, la sanidad y la tecnología. De esta manera, logran que los animales expresen al máximo su potencial. También afinan las cualidades del biotipo, las propias del macho y la hembra, y la calidad carnicera.

Lejos de lo que cualquiera imaginaría, también se busca la rusticidad en la crianza, ya que en la gran mayoría de los casos serán parte de un rodeo general.

Cabaña “Tres Marías” Hembra Angus

Los Gutiérrez comenzaron con el manejo de la raza angus hace 53 años.  Actualmente, Francisco (foto) y Juan continúan el trabajo de mejoramiento que inició Horacio (su padre, en la foto). Según Juan Gutiérrez, para que el animal exprese su máximo potencial es necesario reunir la genética con la nutrición, de lo contrario, con una genética pobre sólo obtendríamos un animal gordo. La hembra ganadora, de 15 meses de edad y 590 kg, será “una gran madre de cabaña”, y por ello será mantenida en “Tres Marías” para continuar con la extracción de embriones con futuro de campeón. Ella calificó a los 6 meses de edad y fue apartada al sector de cabaña. Al pie de su madre, se suplementaba la leche materna con alimento balanceado y alcanzó al destete 300 kg. Desde el sexto mes consume forraje de alta calidad y se la raciona dos veces por día.  

Cabaña “La Rubeta” Macho Angus

Los Fernández, de la localidad de Lezama, provincia de Buenos Aires, hace 40 años que llegan a la exposición de Palermo.

Carlos Fernández (foto) contó que su toro campeón desmitifica que “de los grandes campeones no se logran campeones”, ya que este toro es hijo de dos grandes campeones de Palermo. También destacó que este toro es el primer macho obtenido y criado en la cabaña. Fernández posee su propio centro de genética, y para él es una búsqueda permanente la mejora de calidad carnicera y de sanidad. Pero destacó, en el caso de los toros, que prefieren resignar calidad carnicera en detrimento de una mejor estructura del toro para optimizar su labor reproductiva, “mínimamente la vida útil debe ser de 4 temporadas”. Para ello la rusticidad del animal como la sanidad son fundamentales.

Ea. “La Tranquera” Hereford    

Una de las particularidades de la premiación Hereford fue que la cabaña Las Tranqueras, propiedad de Horacio La Valle, se alzó con el gran campeón macho y hembra.

El macho, de 3 años, el último  para presentarse en exposiciones, fue campeón ternero y obtuvo el tercer puesto como toro. La hembra es una vaquillona de 15 meses que parirá su primer ternero a mediados de agosto.

Según La Valle, la eficiencia del proceso de la crianza de un gran campeón radica en la elección de los padres. Luego toda la tecnología favorece la expresión de ese potencial.
Aquellos animales que tienen destino de campeones y están en condiciones de asistir a exposiciones comienzan con los cuidados especiales a partir del destete. Este manejo diferencial pasa fundamentalmente por un cuidadoso plan de alimentación.

Pero su manejo no difiere del animal del rodeo general, exceptuando a lo que hace a las tareas de amanse. En el caso de la sanidad, los animales también respetan un plan anual de vacunación conforme al calendario sanitario.

Ea. “El Remanso” Macho Braford

“Haras y Cabaña El Remanso” es una cabaña joven en el mejoramiento de Braford. Aunque como cabaña son nuevos, son viejos formadores de genética en Corrientes. Según el cabañero, Carlos Romero Feris (foto, centro), la importancia de la genética y la tecnología son fundamentales, así como la solidez de la organización de su cabaña, por lo cual destacó la gran labor de su director técnico. En el caso del toro campeón es un producto embrionario. Este año será la parición de sus hermanos embrionarios.

Este animal también tiene reconocidos padres. Su padre es un toro con sangre australiana mientras que la hembra pertenece a la Estancia La Pelada. Al mismo tiempo, Romero Feris no olvida la importancia de la alimentación para la expresión de su calidad genética.
“Sus hermanos son contemporáneos, pero del rodeo general salen al mercado con 400 kg de peso, mientras que este macho, con menos de dos años de edad, pesa 300 kg más”, aclara.
El directivo tiene enorme satisfacción por la premiación ya que es el segundo año en Palermo, como expositor. Los animales de esta cabaña vienen con historia ganadora. El gran campeón tuvo su lugar como reservado gran campeón en la nacional Braford.

Ea. “La Pelada” Hembra Braford

Esta cabaña santafesina es muy afamada entre las cabañas ya que es la más antigua del país.
Y hace más de 35 años que se dedican a la raza Braford; sin embargo, es el segundo año que llegan a la muestra con esta raza.

La vaca ganadora, que llegó con su cría al pie de 7 meses y una preñez avanzada, fue campeona vaquillona menor el año pasado, con la mejor opinión del jurado en esa oportunidad.

Según Eduardo Saint Martin, representante de la cabaña, presenta una gran pureza racial y está manifiesta su gran fertilidad.

Esto último es destacado para los objetivos de la cabaña: “Nosotros sabemos muy bien  que la que manda en genética es la madre, de esta manera tenemos la posibilidad de difundir una buena cantidad de crías de una calidad determinada”.
Por este motivo es que le dan mucho más valor a las hembras que a los machos, y tienen en su haber más campeonas. Hace algunos años incorporaron la tecnología de transferencia embrionaria, lo que les permite incrementar la cantidad de terneros en la vida útil de la hembra por cinco veces.

Ea. “Rancho Grande” Macho Brangus
Detrás de este macho hay mucha historia. Es un toro Senior, de tres años de edad con 970 kg. y fue la venta de mayor valor este año en  Palermo de $235.000.

Richard Lucchetti, gerente comercial de la cabaña de Corral de Busto (Córdoba), tomó el mando que dejó Raúl Peyrano, su suegro.

Contó que este macho salió de los rodeos de cría de San Luis, y que se lo detectó con 2 años de edad.  Según el directivo, continúa con los objetivos trazados por Peyrano, que son: mejorar la calidad cárnica de todas las razas que van al norte.  “Él era un convencido que la ganadería tiene su máximo potencial en el norte argentino”.

También buscan en esta raza la mayor facilidad de engorde, animales con buen desarrollo y mas kilos de ternero al destete.

A su vez, contó que su suegro, abrió muchas líneas nuevas de sangre en el país que han sido grandes padres.  Sin embargo, Lucchetti sostuvo que la genática aporta el 30% del éxito.
“En principio hay que trabajar con rodeos sanos y fértiles, después el buen manejo nutricional y luego el aporte genético termina por cerrar”.

Ea. “Aré Porá” Hembra Brangus

Para los Martínez Álvarez esta premiación es un gran logro, más teniendo en cuenta que hace tres años que son cabaña Brangus, y hace dos que se presentan en Palermo.

El principal objetivo que destaca Ignacio Martínez Álvarez  es la obtención de buenas hembras, ya que considera que son la “matriz” para lograr buenos terneros.

En el caso de la hembra ganadora, la cabaña participa en un 50%, ya que tienen un convenio  con otra cabaña, Camp Cooley.

También Martínez Álvarez destacó que al ser una cabaña pequeña, sólo cuentan con 200 animales de pedigree; su principal finalidad es ofrecer calidad, debido a que su escala no le permite lograr cantidad.

Y esto último se observa en la hembra campeona. Esta hembra llegó a Palermo con un ternero al pie de 70 días y ya se encontraba gestando otro. “Gracias a su plan nutricional, llegó al 13° mes de vida con 420 kg y fue precoz sexualmente, y por tal motivo decidimos inseminarla”, destacó.

De esta manera, se deja ver la importancia de la alimentación para la expresión de la genética y la fertilidad.

Artículo publicado en la edición de hoy de Infocampo Semanario

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