Bajo un clima primaveral y con un marco imponente de suelos planos, segmentados por una enorme cantidad de canales de riego y rodeados de cerros, los cultivos de trigo y cebada ya comenzaban a transitar su última etapa de madurez.
A las 8:30 del día 10 de marzo, los agricultores mejicanos comenzaron a llegar a la jornada de SD en Irapuato, convocados por ASOSID (Agricultura sostenible en base a siembra directa de Méjico) y por Aapresid de Argentina. Tras la apertura, tuvieron la oportunidad de escuchar durante un recorrido de 4 horas a campo, 5 estaciones de las cuales 4 fueron cubiertas por argentinos. Los temas que se desarrollaron cubrieron las principales problemáticas que enfrentan los productores que utilizan el sistema de siembra directa como por ejemplo: fundamentos de un sistema de siembra directa, mejoramiento de la calidad de los suelos, infiltración del agua, manejo de cultivos en siembra directa, selección de una sembradora para siembra directa, control de malezas, etc.
Martín Ambrogio, miembro de la Comisión Directiva de Aapresid, se mostró satisfecho con el desarrollo de la jornada. “Estamos muy contentos porque la reunión salió como habíamos planeado”, señaló. Informó que, si bien este tipo de reuniones no son habituales en Méjico, la jornada contó con muchísima participación de la gente. Asimismo, consideró que la agricultura mejicana es muy particular dado que, casi con la misma superficie de campos que Argentina, cuenta con 5 M de agricultores, mientras que nuestro país tiene poco menos de 200 mil. De esta manera destacó que, en Méjico, donde la tierra está muy subdividida, se practica una agricultura casi de subsistencia, “con un fuerte apoyo del Estado en forma de subsidios hacia el precio de los granos, para que los productores de cuatro o cinco hectáreas puedan vivir”. Así, explicó que es muy difícil llegar con conocimientos e idea nuevas para que estos productores puedan mejorar su agricultura. “Poray cuando se llega, se llega a una cantidad de productores muy limitada con lo cual la ineficiencia sigue existiendo”, destacó. “La suma de las ineficiencias individuales hace que todo el sistema lo sea”. Manifestó que no es lo mismo reunir a 1000 productores que siembran 2000 h cada uno, que reunir a 1000 productores que siembran 5 h cada uno. De esta manera, informó que la transferencia de tecnología también se dificulta debido a la gran cantidad de gente que toma decisiones sobre el manejo de los suelos.
Por otro lado, sostuvo que “el aporte nuestro ha sido desde el punto de vista más bien organizacional, trabajar en reuniones masivas y al cabo de 4 ó 5 horas transferir un paquete tecnológico en el cual los productores puedan manejar mejor el suelo”. Daniel Díaz, conductor de Infocampo con Daniel Díaz consideró que este aporte es clave ya que si bien muchos comentan que el paquete tecnológico en siembra directa lo pueden aprovechar sólo aquellos grandes propietarios que han logrado tener escala, si uno lo piensa bien, la herramienta básica debería servirle al pequeño productor. Por su parte, Ambrogio consideró que la siembra directa “se adecua perfectamente al pequeño productor porque este tampoco puede realizar el otro sistema de laboreo donde necesita rastras de disco, cinceles, arado, etc”. Informó que, en la actualidad, los pequeños productores deben contratar todos esos servicios, por lo cual podrían contratar también una siembra en siembra directa para poder realizar un cultivo sin laboreo. Consideró que aquí radica uno de los puntos centrales de estos agricultores ya que podrían obtener un ahorro de 150 dólares por hectárea aproximadamente para la siembra de cebada o de sorgo, que estaría basado principalmente en el ahorro de las labores (en la cantidad de horas que está un tractor sobre una hectárea para realizar un cultivo.
Un abanico de posibilidades
Díaz recalcó que las jornadas de Aapresid constituyen una forma de mostrar la agricultura, de exponer la capacitación de nuestros empresarios productores así como también la de aquellos que están llevando maquinaria al exterior. Asimismo destacó “las posibilidades de exportación que ha hecho ya Aapresid en sus dos desembarcos en España, propiciando una plataforma para que los empresarios puedan hacer negocios allí”. Agregó que muchos empezaron a mirar a Méjico como una puerta de entrada al NAFTA (acuerdo de libre comercio entre Estados Unidos, Canadá y Méjico).
“Creo que las posibilidades son enormes”, señaló Ambrogio, “hay que generar un concepto positivo sobre nuestra agricultura”. Señaló la necesidad de generar prestigio para que la Argentina sea reconocida en el mundo como poseedora de un sistema agrícola de alta calidad tanto técnica, como en cuanto a maquinaria. Sostuvo que los fabricantes de maquinaria podrán explotar muy bien el nuevo nicho de mercado que se está generando dado que los equipos argentinos ya son reconocidos en el mundo. “Tenemos 63 fábricas de sembradoras de muy buena tecnología y creo que si nosotros ampliamos la torta de la siembra directa los fabricantes también van a poder ubicar sus equipos y generar un poco más de mano de obra en Argentina”, señaló.
Según Ambrogio, el tipo de sistema de siembra que tiene la Argentina es muy adecuado, pero consideró que se deberían acomodar algunos detalles que requieren una investigación puntual para cada país. Informó que, en estos países donde los productores son tan pequeños, hay una fuerte intervención del estado en la compra de maquinaria, que participa subsidiando el 50 % de los equipos. “Creo que los productores pueden hacerse de una máquina sin mucho esfuerzo con lo cual hay un mercado enorme en Méjico y creo que es un desperdicio no aprovecharlo”, disparó. Expuso que Aapresid participa en todo lo que es la parte técnica y resaltó que el mercado abarca 5 M de agricultores. Asimismo, consideró que este mercado sería una buena entrada al NAFTA. Díaz manifestó que si bien desde Aapresid se están desarrollando políticas activas a favor de la capacitación en siembra directa de los productores mejicanos, sería bueno que desde la Secretaría de la Industria, “lo tomen como una forma de hacer crecer y que los ejes, además de la discusión política, no pasen simplemente por qué sector o subsector recibe tal o cual subsidio sino cómo entre todos agrandemos la torta”.
