La Comisión Europea (CE) confirmó el pasado viernes la detección en Suecia, por primera vez, de una vaca infectada con encefalopatía espongiforme bovina (EEB) o “mal de la vaca loca” en un animal de doce años.
La enfermedad fue confirmada en ese país tras los análisis del laboratorio de referencia comunitario en el Reino Unido y las causas de contagio de EEB “se están investigando”, según informaron fuentes comunitarias. Todos los animales de la misma cabaña que la res enferma han sido sacrificados y están siendo analizados.
La vaca había sido sacrificada como consecuencia de una “fiebre láctea” y las autoridades suecas enviaron sus muestras al centro británico, después de que los primeros análisis revelaran la presencia del mal.
Suecia era hasta ahora el único país comunitario considerado “de bajo riesgo de EEB”, por lo que estaba exento de las reglas especiales de control que se aplican en la UE y que consisten en pruebas a todos los bovinos destinados a consumo humano.
Ahora, la comisión “reconsiderará las concesiones” o excepciones permitidas hasta el momento a Suecia y estudiará si exigirá a las autoridades de ese país someterse al mismo régimen de análisis requerido en otros países de la UE.
Por otro lado, Suecia sí aplica ya las mismas reglas sanitarias que el resto de la UE para evitar la proliferación de la “enfermedad de la vaca loca” como la prohibición en la cadena alimentaria de materiales específicos de riesgo (MER) de propagar el mal.
