La normativa establece que la autoridad de aplicación será la Oficina Nacional del Control Comercial Agropecuario (Oncca). De esta manera, se señala en los considerandos de la resolución, se podrá tener una mayor conocimiento de la mercadería ingresada al país y, por lo tanto, de la oferta de carne porcina. Los importadores deberán registrar todas las operaciones de importación de carnes frescas y congeladas.
La medida que acaba de tomar el Gobierno responde a un reclamo del sector productivo, que desde principios de 2006 argumenta que, por la importación de carne principalmente desde Brasil, la industria frigorífica ha podido armar un stock en cámara, lo que deprimió el precio del ganado. De hecho, en la primera semana de marzo de este año el valor del capón sin tipificar fue de $ 2,19 por kilo, cuando en igual período de 2006 fue de $ 2,32. El capón tipificado actualmente cotiza en $ 2,53, cuando en marzo de 2006 valía $ 2,69.
A esto se suma que el año pasado hubo un aumento importante de la producción, con lo cual, sostienen desde la producción, es innecesaria la compra de carne extranjera. En 2006 la faena de porcinos alcanzó las 246.500 cabezas, lo que significó un incremento del 19 % respecto del año anterior. En enero de este año la producción de carne de cerdo llegó a las 21.400 toneladas, lo que significa un crecimiento del 17 % respecto del mismo mes de 2006.
Los productores de porcinos recibieron con agrado esta noticia, ya que consideraron que, si bien no se prohibe la importación, la creación de este registro impedirá que la importación injustificada y que los frigoríficos armen el denunciado stock de carne.
