“Quienes inician las protestas, como de costumbre, es la ultraizquierda. La izquierda supuestamente radical. Esa izquierda del todo o nada, que es la mejor aliada de la derecha”, disparó el mandatario de Ecuador ante las insistentes preguntas de los conductores, que intentaban que se posicione explícitamente con respecto a las protestas que tuvieron lugar antes y durante el inicio del tan esperado debut mundialista de Brasil.
Si bien aseguró que no quería inmiscuirse “en los asuntos internos de Brasil”, Correa le agradeció a Dilma Rousseff su invitación al Mundial y aseguró que su presencia allí “es para mostrarle nuestra solidaridad” a la mandataria.
“Es comprensible el disgusto de cierta gente, pero la gran mayoría de la gente apoyó el mundial”, sostuvo el jefe de Estado, que afirmó que pudo ver la “fiesta” popular desde el helicóptero que lo trasladó hasta San Pablo, en donde se realizó la ceremonia inaugural y el debut de la selección brasileña frente a la de Croacia.
“Esos reclamos son fruto de los propios éxitos del Partido de los Trabajadores (PT). Antes se pedían más escuelas, ahora se piden mejores escuelas. Hay que reconocer todo lo que ha hecho Lula y Dilma”, prosiguió.
Diego Maradona, que en varias ocasiones argumentó que las protestas formaban parte de un plan para hacer quedar mal al gobierno brasileño, sostuvo que con el periodista Víctor Hugo Morales defendían desde su lugar a Dilma Rousseff.
“Aprovechar un Mundial para pegarle a Dilma me parece de una bajeza terrible”, aseguró el ex campeón mundial. “Se vio que la pelota le ganó a todas las huelgas, todos los problemas”, sentenció.
Correa, que insistió en no querer inmiscuirse en los asuntos internos de Brasil, terminó por resolverse: “Digamos que por lo menos fue injusto. No fue el PT el que provocó los problemas, los está solucionando”.
