Publicidad Cerrar X

Desde su campo en Lobería al sueño de coronarse en el TC: el “Pinchito” Castellano cuenta su vida como productor

Se viene Rafaela, la carrera más veloz del automovilismo nacional, donde buscará afianzarse en la cima del Turismo Carretera. El retrato de un piloto apasionado por la ruralidad y por el legado del “Pincho” Castellano, su papá.

Ezequiel Morales
Por Ezequiel
Morales

La segunda mitad del campeonato de Turismo Carretera 2023 se abre con la meca de la velocidad para los pilotos del automovilismo nacional: el óvalo de Rafaela, circuito en el que el TC supo escribir páginas memorables.

La carrera, el Gran Premio banco de Santa Fe organizado por la Asociación de Corredores de Turismo Carretera (ACTC), fue presentada en Agroactiva con la presencia de pilotos que se sacaron fotos con los fanáticos y tuvieron un momento para charlar.

Uno de ellos fue Jonatan Castellano, el “Pinchito” de Lobería, que se prendió al mano a mano con Infocampo.

A bordo de autos de carrera desde hace más de 28 años, hijo de una leyenda del automovilismo nacional como Oscar el “Pincho” Castellano, busca por estos días conseguir sus propios laureles y darle a los hinchas de Dodge la alegría mayor de cara a lo que resta del campeonato.

Los castellano

La dinastía Castellano, desde Lobería a todo el país.

En el arranque de la temporada obtuvo dos podios: fue segundo en Viedma detrás del Ford de Mariano Werner y viene de sumar otro más en el circuito largo de Termas de Río Hondo, detrás del Ford de Otto Fritzler y la cupé Chevy de Diego Ciantini.

Lleva cosechados 192 puntos que lo mantienen en lo más alto, pero en “La carrera de los Millones” en Rafaela quiere el mejor de los escalones. Y con ese envión trabajar de cara a su gran sueño de coronar su primer título.

Dodge Castellano

La hinchada de Dodge se entusiasma con el presente del Pinchito.

Este presente del Pinchito guarda relación con su infancia en el campo de los Castellano en Lobería. Es en ese lugar donde mientras miraba por tele las carreras de su papá Oscar que aprendió junto a su familia el oficio de productor agropecuario y desarrolló su amor paralelo por los cultivos.

“La agricultura es la parte que más me gusta, un poco más que la ganadería. Me gusta eso de estar permanentemente con la innovación, el manejo del riego, y estar detrás de eso”, le contó a Infocampo en pleno stand de la Asociación de Corredores de Turismo Carretera (ACTC) en Armstrong, Santa Fe.

Hay sintonía entre esa pasión por los fierros de competición y la agricultura. Jonatan supo estar al frente también de sembradoras y pulverizadoras para mantener el buen estado de los cultivos que se trabajan en el pleno sudeste bonaerense, una zona más que fértil para la producción de granos como el trigo o la cebada.

“Para la cosechadora todavía no nos dan las hectáreas. Estar a bordo de esas maquinarias es parte de lo que me gusta”, contó risueñamente.

 

Ver esta publicación en Instagram

 

Una publicación compartida por Jonatan Castellano (@pincholobe)

DESDE EL BARCO, AL CAMPO Y A LAS PISTAS

La familia desarrolla la producción agropecuaria en Lobería desde que su tatarabuelo llegó de Europa y tras afincarse se dedicó a la labranza y la cría de ganado en la zona.

“Lo mío viene muy de la mano porque los Castellano vivieron, viven y van a vivir del campo, pero la pasión nuestra siempre fue el automovilismo. Incluso desde la época de los Gálvez (NdR: los hermanos Juan y Oscar, contemporáneos a Juan Manuel Fangio y primeros referentes del automovilismo). Por algo mi viejo se llama Oscar Roberto, y hasta la actualidad podemos seguir los mismos pasos y mantener esa pasión”, expresó.

Pinchito campo

Siempre naranja, en las pistas y en el campo.

En el caso del Pinchito el llamado del automovilismo no fue por una imposición o ganas de imitar a Oscar, sino que probó primero con el karting para acompañar a un amigo que despuntaba el vicio por esos años de infancia. En esos días la semilla quedó y el tiempo hizo lo suyo con su carrera. Había suelo fértil para continuar con el legado.

Jonatan no eligió el Ford del “Pincho”, se inclinó por la cupé Dodge. Pero sí mantiene ese naranja característico de los Castellano.

“Lo bueno del piloto en el auto con techo es que se puede extender tranquilamente hasta los 45 años y seguir en ascenso y seguir en el mismo nivel por unos años más, como por ejemplo el ejemplo de Leonel Pernía con 48 el año pasado ganando el Olimpia al mejor piloto. Yo igual me veo hasta los 45, un poco menos”, contó.

pincho y pinchitp

Jonatan de chico junto a Oscar.

“Mi gran objetivo es salir campeón de TC. Es el sueño que siempre tuve”, se entusiasmó.

Por eso en estos días su mejor terapia es seguir vinculado no solo con sus mecánicos y su Dodge, sino también con su pueblo, su campo y su tradición familiar.

“El viejo ya se retiró del automovilismo pero sigue al frente de todas las decisiones del campo, algunas maquinarias propias tenemos y otras labores las hacen contratistas, pero somos fierreros y nos gusta tener nuestros propios fierros”, expuso.

Ese legado que busca mantener vigente es también el que quiere que de a poco, y con la paciencia de todo productor agropecuario, lo deje en las puertas de su gran sueño de piloto. Esa combinación de factores es su verdadero motor.

“Yo no soy palabra autorizada para darle un mensaje a los productores agropecuarios, sino que digo lo mismo que dice mi viejo: agachar la cabeza, trabajar, trabajar y trabajar porque siempre sale el sol. Es lo que me enseñó él”, se despidió.