La sequía profunda fue el último ‘sogazo’ para la ganadería. Las mermas en los índices reproductivos, la disminución en la oferta forrajera, el aumento en los costos de producción, que condujo a una liquidación de madres acelerada, fueron prueba de ello. Desde ese momento, la actividad tocó fondo y hoy ‘baraja y da de nuevo’.
El punto cero para la recuperación del rodeo comenzará este año. Será paulatina en la medida que el panorama económico gane previsibilidad y ello significa que el productor comience a captar los mejores precios del negocio que le permitan invertir en la actividad.
Infocampo dialogó con profesionales de la Cuenca del Salado, tradicional región criadora y hoy también con esquemas de ciclo completo.
La mejora en los índices reproductivos y los cambios en la base forrajera son medidas primordiales sobre las que criadores y engordadores deben canalizar todos los esfuerzos tecnológicos. Santiago Vidart, asesor del grupo CREA Rauch-Udaquiola, contó que la mitad de los productores del grupo está llevando a cabo una leve retención de hembras, muy por debajo de las que puede retener.
Según el técnico, las condiciones climáticas mejoraron y los campos recompusieron la oferta forrajera; sin embargo, la carga todavía es baja. La clave es ‘recomponerse’ y no seguir en un proceso de liquidación. Ya que ‘nadie decide invertir en hembras y el objetivo es defender el capital’. Además en este grupo hay productores que realizan invernada.
Vidart subrayó que la finalidad en este caso es detener la descapitalización de los planteos forrajeros. ‘Con la sequía estaban en una situación de rotura de pasturas o enmalezamiento. A causa de que los productores no llegaron a tiempo para realizar una buena presupuestación forrajera, los verdeos palean la situación en el corto plazo’, afirmó.
Esencialmente, elevar los índices reproductivos permitirá lograr la mayor cantidad de terneros con la misma cantidad de vacas. El ganadero sabe con firmeza que la escasez de oferta no es estacional. Consecuentemente es cauto para tomar decisiones, ya que analiza el largo plazo en un marco actual de baja previsibilidad.
Hasta el momento, según el informe de Mercado de Hacienda del área de Investigación y Desarrollo del Movimiento CREA, el valor de la vaca nueva o preñada registra incrementos de 151% y 145%, respectivamente. También el productor conoce que con los precios actuales, invertir no es el primer paso para recomponer el rodeo.
Por otro lado, y como estrategia común a la cría y la invernada, pensar en modificar la base forrajera de los planteos es parte del mediano plazo. En plena sequía, los planteos tuvieron altas cargas y las praderas se destruyeron, factor que aceleró la liquidación.
De esta manera, si la intención es elevar el número de cabezas en los próximos años, es muy importante cambiar la base forrajera y evitar que otra sequía conduzca a otro proceso de similar magnitud.
A su turno, Carlos Moreno Vivot, asesor de CREA Chascomús, agrupación de productores criadores, sostuvo que”el productor se avivó de los precios, aunque en muchos casos todavía no logró captarlos, por ende en lo inmediato el objetivo es recomponer el capital”.
Y agregó que mínimamente el productor pretende recuperar “el rodeo de hace dos años y aumentarlo”.También subraya que la reconstrucción se está haciendo vía la retención de hembras. En este sentido, este año es decisivo ya que se busca recuperar los índices de preñez del 90% como forma de producir más terneros. En los tactos de este año, aunque las vacas aparentaban estar físicamente bien al momento del entore, las preñeces fueron bajas.
Según el técnico, desconociendo cuáles serían esos porcentajes de preñez, el criador viene preparando la nutrición desde mucho antes de la recuperación del mercado ganadero.
“Dentro del grupo se creó la conciencia que ningún criador podía continuar sin reservas”, subrayó Así, en la última primavera se hicieron rollos, sembraron especies de verano para enrollar y consumir diferido, y en otros casos se picó y ensiló con planta entera. Esta cobertura con reservas parece exagerada respecto del otoño benigno, ya que los campos tienen recursos forrajeros para pasar el invierno.
“Con las reservas y las praderas, todas las fichas se están poniendo en las próximas preñeces”, subrayó. También el productor que ha podido sembrar praderas hizo un esfuerzo económico para recomponer las cadenas de praderas de calidad en suelos rotables; asimismo continúo con planes de mejoramiento de bajos y bajos dulces con especies de mayor palatabilidad y, en otros casos, se está pensando en sembrar más pasturas.
Según Rodrigo Demaría, del grupo Crea Río Salado, en el cual la participación de invernadores es muy alta, los engordadores en el corto plazo están convirtiendo el maíz cosechado en carne, ya que la relación insumo-producto es inmejorable. Aunque en todos los casos está sobrando pasto hasta el punto que pudieron hacer invernadas totalmente pastoriles, la idea es captar los buenos precios actuales.
En la medida que se capten los mejores precios, los productores apostarán más. Por el momento, hay una baja retención, ya que los campos están con baja carga. Según Demaría, entre productores sostienen que estos precios en algún momento caerán, y de esta manera no piensan en mediano plazo y su objetivo es capitalizarse. Además, como la limitante pasó a ser el animal, muchos productores no están dispuestos a convalidar los altos precios.
Pablo Losada
Nota publicada en la Edición de hoy del Semanario Infocampo