El Banco Central (BCRA) debió volver a usar reservas ayer para estar en condiciones de administrar la tendencia alcista que mantiene el dólar en la plaza local, aun cuando esa divisa lleva más de una semana depreciándose ante el resto de las monedas de la región, según publica La Nación.
La entidad que conduce Federico Sturzenegger destinó otros US$ 61,5 millones en procura de evitar que el aumento de cinco centavos -0,32%- que registró en la jornada el billete a nivel mayorista (el vendedor cerró a $ 15,44) fuese todavía mayor.
Ese esfuerzo alcanzó para que el minorista volviera a cotizar por debajo de los $ 15,65 en los que cerró el pasado martes, aunque no para impedir que avanzara de $ 15,55 a 15,56 en el día, según el promedio de casas y agencias de cambio del microcentro porteño.
Con sus intervenciones, que llegaron tras dos meses de dejar operar libremente al mercado, busca convencer a los operadores de que no permitirá, al menos por el momento, un ajuste mayor en el tipo de cambio, que ya se disparó más del 10,5% este mes.
Su meta es bloquear la posibilidad de que la tendencia a una indexación continua que mostró el tipo de cambio en las últimas semanas dispare una segunda ronda de remarcaciones en los precios locales, cuando el objetivo declarado públicamente es conseguir un retroceso de la inflación.
Así, aun cuando se comprometió a no volver a usar esta variable como un ancla antiinflacionaria, no quiere decir que pueda desatenderse su evolución.
Con las ventas, que alcanzan ya los US$ 237 millones en apenas cuatro intervenciones, también intenta que no le resulte más costoso el quebranto que heredó por las operaciones de futuros que pactó la anterior administración, encabezada por Alejandro Vanoli.
Vale recordar que ese funcionario fue quien se encargó de malvender, básicamente entre septiembre y noviembre de 2015, miles de contratos de esa divisa a un precio promedio de $ 10,50 para este fin de mes.
