Hace dos semanas presentábamos en estas páginas el trabajo que los técnicos de La Tijereta vienen haciendo con la intersiembra de la soja en el cultivo de maíz.
Ahora es el turno de la gente del semillero SPS, que junto con la de Basf, Asagir y asesores privados vienen ensayando una nueva tecnología: la siembra intercalada de girasol y soja.
La idea es sembrar el girasol en fecha óptimo a 1,56 metro entre surcos. Luego, cuando el cultivo se encuentra desarrollado y todavía se puede entrar con la sembradora, se implantan dos surcos de soja en el medio. Es decir que quedan tres surcos separados a 52 cm, uno de girasol y dos de soja.
El principio que rige esta propuesta de agricultura es que la combinación económica de los dos cultivos supera la de cada uno por separado. ¡§Nos llamó la gente de Lartirigoyen, para avisarnos que en Catriló sacaron entre 2.100 y 2.900 kg/ha de girasol, con este tipo de siembra, y todavía les queda la soja¡¨, comentó con entusiasmo Guillermo Simone, director del semillero.
Las pruebas las están haciendo combinando el híbrido de girasol alto oleico 3104 CL (el único oleico resistente a Clearsol) y la variedad de soja 4.500, que el año pasado se ubicó segunda en la red de ensayos oficiales de la oleaginosa.
Uno de los técnicos que está liderando la investigación y el desarrollo de este manejo es Pablo Calviño, cuyo centro de acción está en el sudeste bonaerense.
En el plot que SPS montó en Feriagro se comentaba que ya habría unas 2.000 hectáreas manejadas con este sistema y que uno de los que está haciendo punta es la gente de El Tejar, la empresa de Oscar Alvarado con base en Saladillo.
El porqué del uso de ese híbrido de girasol fue explicado por Simone, en diálogo con Infocampo. ¡§Posee una estructura de planta que deja pasar la luz a la soja que está creciendo abajo y por otra parte es un material de ciclo corto que hace que el periodo crítico del cultivo se desfase lo más posible del de la soja¡¨, comentó. Justamente, un aspecto central de la estrategia es que los momentos más sensibles de la soja y el girasol queden lo más alejado en el tiempo posible. Con un manejo apropiado, de utilizar sólo el 50% del agua disponible cuando se tiene un solo cultivo se puede pasar al 75% de aprovechamiento, sostienen.
Otro punto importante en el manejo es el control de las malezas. Al respecto, Carlos de Simone, de la firma Basf, comentó que están ensayando un herbicida que facilita el control en los girasoles resistentes a imidazolinonas (Clearfield), pero que no afecta a la soja (ver recuadro).
Otro aspecto del manejo es la aplicación de los herbicidas en la soja. En este sentido se está utilizando glifosato cuando el girasol se acerca al momento de cosecha, lo cual también sirve para adelantar el secado del cultivo.
Desde Asagir, la asociación para el fomento del cultivo, se explica que la demanda de aceite de girasol crecerá a futuro y que para 2020 las exportaciones se habrán duplicado.
La asociación trabaja en la elaboración de un plan estratégico para el cultivo que, según informó a fines de 2005, será presentado en abril del corriente año.
En la Argentina, el girasol mueve una economía de u$s 1.400 millones al año, de los cuales unos u$s 600 corresponden al valor de lo producido.
De acuerdo con los informes de la Secretaría de Agricultura de la Nación, la cosecha argentina en esta campaña 2005/06 se ubicaría en 3,9 millones de toneladas.
