El pavor de los empresarios finalmente se convirtió en realidad. El sindicato de la Alimentación confirmó ayer que irá a la huelga, luego de que culminó sin éxito la conciliación obligatoria dictada por el Ministerio de Trabajo de la Nación hace dos semanas para acercar las pretensiones de los trabajadores y las patronales, según publica Infobae.
La medida de fuerza se realizará entre hoy el lunes, en paros rotativos de cuatro horas por turno en todas las plantas alimenticias del país. La caída en la producción será sensible. Usualmente se trabaja en tres turnos de ocho horas, por lo que el cese de actividades alcanzará la media jornada en ambos días.
La cartera que conduce el ministro Carlos Tomada ya no contaba con más argumentos legales para extender la conciliación, por lo que se ingresó en un territorio más hostil en la pelea salarial. El próximo round se concretará el próximo lunes, cuando se realice una nueva audiencia entre la patronal y el gremio.
La distancia entre las partes, hasta el momento, son enormes. La Federación de Trabajadores de Industria de la Alimentación (FTIA) pretende que se incrementen los básicos de convenio de $6.300 a $9.000, lo que significa una suba del orden del 45 por ciento. Los empresarios, en cambio, no se mueven de un aumento escalonado de 30% más una suma fija. Con estos valores, la oferta patronal se mantiene en el espectro de los acuerdos paritarios rubricados por otros sectores del movimiento obrero, pero esta es considerada como insuficiente por los representantes sindicales.

