El gobernador de la Provincia de Córdoba, José Manuel de la Sota, disertó en la “II Cumbre de Regiones sobre Seguridad Alimentaria” que se desarrolla en Medellín, Colombia. De la Sota participa del encuentro en su carácter de presidente de la Organización Latinoamericana de Gobiernos Intermedios (Olagi).
La intervención del gobernador de Córdoba tuvo como eje la “Gobernanza regional en materia de seguridad alimentaria”.
En ese marco, De la Sota definió a la seguridad alimentaria como el “derecho de todas las personas a tener una alimentación cultural y nutricionalmente adecuada y suficiente”, y consideró que se trata de un objetivo alcanzable a nivel planetario.
“Los más de 6 mil millones de personas que viven hoy en el mundo disponen, como promedio, de un 15 por ciento más de alimentos per cápita que los 4 mil millones que integraban la población mundial hace 20 años”, puntualizó.
Pero dicho propósito conlleva la responsabilidad concurrente de diferentes actores. Estado, mercado y sociedad civil, deben trabajar conjuntamente para asegurarle una vida sana y de calidad a toda la población.
Esta finalidad, señaló De la Sota, requiere la instauración de un nuevo paradigma en el que el ser humano constituya “el centro y la razón de ser del proceso de desarrollo”, lo que supone abogar por un “nuevo estilo” que sea ambiental, social, cultural y políticamente sustentable.
“Se trata de una ética del desarrollo, concepción que guarda relación con al menos dos fundamentos esenciales: la justicia productiva y la justicia distributiva”, destacó el mandatario, y consignó que “estar bien alimentado es, desde una perspectiva ética, decisivo para la libertad”.
“El hambre es un atentado a la libertad de tal dimensión que justifica una política publica orientada a tutelar el derecho a la seguridad alimentaria, y demanda todo nuestro esfuerzo”, planteó.
El gobernador hizo hincapié en las políticas y estrategias de desarrollo de enfoque regional y articulación público-privada, orientadas a la demanda de las personas que, en virtud de la proximidad, permite aprovechar los incrementos de productividad potenciales de los territorios.
“Para alcanzar estos objetivos se requiere, entre otras cosas, una institucionalidad subnacional descentralizada y un proceso activo de planificación estratégica del desarrollo territorial”, expresó.

