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El INTA brilló, ahora bajo el cielo de Tucumán

Más de 52 mil personas visitaron la segunda edición del INTA Expone. En Famaillá, 400 técnicos expusieron las alternativas de producción para Tucumán, Salta, Santiago del Estero, Jujuy, Catamarca y parte de Chaco.

Más de 52 mil personas visitaron la segunda edición del INTA Expone. En Famaillá, 400 técnicos expusieron las alternativas de producción para Tucumán, Salta, Santiago del Estero, Jujuy, Catamarca y parte de Chaco.
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Por Infocampo

A 30 kilómetros de San Miguel de Tucumán, en la Estación Experimental de Famaillá, el paisaje se vistió de azul, entre las plantaciones de caña de azúcar. En un predio de más de 30 hectáreas, la institución mostró los avances e investigaciones en las producciones que se desarrollan en la región. El recorrido propuso analizar actividad por actividad en cada zona, desde los valles áridos, quebrada y Puna donde asisten a 12 mil productores minifundistas. En el sendero de la llanura chaqueña, el desafío se centra en ajustar las tecnologías para producir carne a base de pasto de campo natural y en agricultura con la escasez del principal recurso, el agua. Hacia la selva pedemontana, el contraste invita a ajustar el manejo en microrregiones con características agroecológicas muy diferentes. Y en los valles templados, donde se encuentran concentradas mayormente las actividades en caprinos, animales de granja, como conejos, y frutales, tabaco, forestación y hortalizas.

A diferencia de otras regiones del país, aquí se tiene conciencia de que en la mayoría de los casos se produce para subsistir, y que si bien los volúmenes no son iguales a los de otras geografías, como la pampeana, la vida de los pobladores en miles de casos depende de lo que cultivan. Es otro paisaje, pero también es la Argentina.

“Trabajamos para generar una institución que produzca tecnología para seguir aumentando la competitividad del campo. Y aquí en el NOA es justamente donde hay mucho por hacer e investigar debido a la diversidad de las producciones”, dijo a Infocampo Carlos Cheppi, presidente del INTA. Asimismo agregó que es posible debido a que “existe la decisión política de hacer las cosas”.

Carne a campo natural

Básicamente, la producción de carne se realiza a campo natural y la presencia del monte obliga a diseñar estrategias para maximizar los rendimientos. Joaquín Castillo, del INTA Santiago del Estero, recomienda realizar pastoreos rotativos y demarcaciones con boyeros eléctricos que, en algunos casos, funcionan con energía solar. Especificó que aquí se necesitan entre 3 y 5 has para alimentar una vaca de cría durante un año. El fuego es otra práctica recomendada, ya que permite controlar los árboles leñosos y aumenta la disponibilidad de forrajes.

Maíz y soja en secano

El proyecto de teledetección releva, mediante imágenes satelitales desde el 2001, la superficie destinada a la agricultura en esta región. La soja registra el principal avance, y especialmente en Salta, donde en la actualidad se implantan 454 mil has con la oleaginosa. Gerónimo Leales trabaja hace 40 años en desarrollo de variedades de maíz, en INTA Leales. “Ahora el rendimiento creció a casi 4% anual en los ensayos, y a campo los productores obtienen entre 6 y 7 mil kilos por hectárea. Básicamente son suelos pobres en fósforo y falta luz por la cantidad de días nublados”, comentó. Desarrollaron nuevas variedades como la CAU 20 y 30 y Caraí 40, que son de alto potencial productivo y tienen 18 hileras por mazorca. En soja, la limitante fundamental es el agua. Pretenden mayores controles en enfermedades de fin de ciclo y aumentar el porcentaje de proteína.

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