La siembra de trigo se dió por concluida al implantarse un total estimado de 4,3 millones de hectáreas, un 19,4% superior al ciclo pasado y un 9,6% más que el promedio de las cinco últimas campañas, según informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires (BCBA).
“El avance intersemanal de 0,5 puntos porcentuales permitió finalizar con las labores de incorporación del cereal a nivel nacional, luego de relevarse las últimas siembras sobre el Sudeste de Buenos Aires, principalmente en las localidades ubicadas sobre el sector costero de la región”, aseguró el estudio de relevamiento Panorama Agrícola Semanal (PAS), de la entidad financiera.
Según los datos publicados, los lotes implantados en todo el país “se encuentran desarrollando las distintas etapas vegetativas de su ciclo”.
De esta manera, el 58,1% de los cultivos se encontraban en estado de macollaje, mientras que el 21,6% aún diferenciaban hojas y un 13,3% se encontraban en etapa de encañazón.
Además, un 3,6% de los lotes de trigo transitaban la etapa crítica de espigazón, principalmente en las regiones del Noroeste (NOA) y Noreste (NEA) del país.
En lo que respecta a la primera, la condición de humedad variaba de adecuada a regular, aunque, a excepción de la parte sur de dicha zona, “el resto de la región comienza a registrar un déficit hídrico en superficie que podría afectar el crecimiento y desarrollo del cereal”.
También presentó problemas el NEA, con altas temperaturas “que podrían limitar el potencial de rendimiento”.
En el centro del país, especialmente en la zona Núcleo Norte y Sur, las condiciones de humedad son “óptimas” para el desarrollo favorable del cultivo, producto de que las napas seguían próximas a la superficie, mientras que en la región Centro-Este de Entre Ríos se produjeron pérdidas de plantas en los ambientes bajos por excesos de humedad.
Por último, el cereal implantado en Buenos Aires presentó ideales estados, tanto de humedad como de sanidad.La cosecha de maíz alcanzó el 93,1% de la superficie cosechada, al levantar 26,3 millones de toneladas de las 28 millones de toneladas proyectadas.
“La cosecha de maíz con destino grano comercial avanzó de manera ágil en toda el área agrícola nacional”, afirmaron desde la entidad, cuyas principales zonas de trabajo se concentraron en las provincias de Santa Fe, Buenos Aires, Córdoba y Chaco.
El rinde promedio relevado se ubicó en los 81,6 quintales por hectárea (qq/ha), con picos que han llegado, en algunos cuadros, a los 100 qq/ha.
De esta manera, los mejores rendimientos se dieron en las regiones PAS del Núcleo Norte, con 93,1 qq/ha; en el Norte de La Pampa – Oeste de Buenos Aires, con 92 qq/ha; y el Núcleo Sur, con 91,9 qq/ha.
La siembra de girasol avanzó 3,3 puntos porcentuales intrasemanales hasta alcanzar las 285.000 hectáreas.
De esta manera, se trabajaron un 18% de las 1,6 millones de hectáreas proyectadas por la Bolsa.
“La condición de humedad en los núcleos girasoleros del norte del país continúa siendo regular, razón por la cual se detuvo de manera parcial el avance de las sembradoras a la espera de nuevas precipitaciones que permitan recomponer humedad en el perfil”, indicaron.
Por último, la cosecha de sorgo granífero concluyó, con una superficie trabajada de 763.000 hectáreas y una producción total de 3,4 millones de toneladas (un 2,9% inferior a la cosecha anterior), producto de un rinde promedio de 44,7 hectáreas a nivel nacional.
