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Fortaleza del real genera ventajas para la argentina

La capacidad instalada, las cuantiosas inversiones y un tipo de cambio alto generan ventajas para nuestro país, pero el liderazgo argentino necesita que se corrijan las "complicaciones fiscales" para importar la oleaginosa.

La capacidad instalada, las cuantiosas inversiones y un tipo de cambio alto generan ventajas para nuestro país, pero el liderazgo argentino necesita que se corrijan las "complicaciones fiscales" para importar la oleaginosa.
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Por Infocampo

En los últimos 12 meses, en Brasil se cerraron 3 plantas de crushing de soja (2 de Bunge y una tercera que no opera en la Argentina). Además, los costos productivos no cierran en el vecino país y las deudas del sector impulsan las cotizaciones de la oleaginosa (en la actualidad, la t se cotiza entre u$s 8 y 10 por encima del valor de Chicago).

Días atrás, la Asociación Brasileña de Industrias de Aceites Vegetales (Abiove) destacó que semejante panorama poco auspicioso podría ser capitalizado por la Argentina.

“Brasil está perdiendo algunas industrias y divisas para Argentina”, aseguró la entidad, antes de describir que además de las ventajas tributarias, cambiarias y logísticas, el dólar cerca de los $3 y las fábricas próximas a los puertos, “la industria argentina posee unidades más nuevas y mayores: mientras que la mayor planta brasileña puede moler 5.500 t/día, en Argentina hay entre 3 y 4 plantas con capacidades de 18.000 a 20.000”.

Sin embargo, la realidad indica que en la Argentina el mayor procesamiento lo ostenta Dreyfuss, con 12.000 t/diarias. Más allá de este “detalle” numérico, esta coyuntura favorable para nuestro país parece no estar siendo observada por las autoridades.

“Argentina no tiene más ventajas, porque el beneficio de tener un cambio alto se opaca con un problema de tipo impositivo, que no permite la importación temporaria de soja. Entonces, no hay una ventaja ligada a la posibilidad de industrializar más”, sentenció Juan Martín Rebolini.

El titular de Agropuerto recordó que la producción local de la oleaginosa este año rondaría las 40 M/t, “por lo que la disponibilidad de soja para molienda será menor que la del año pasado y estará en torno a los 30 ó 32 M/t. Paralelamente la capacidad instalada crece significativamente”.

Esta dualidad, sumada a la imposibilidad de aplicar un sistema de drawback y la falta de infraestructura “complicará a la Argentina en sus márgenes de molienda, con lo cual la rentabilidad en el sector será baja y se van a posponer inversiones”, concluyó.

Una ventaja demasiado desaprovechada

El cierre de las 3 plantas de industrialización de soja en Brasil significó un retroceso del 10% en su capacidad. Abiove estimó el crushing del vecino país en 137.000 t/día durante el 2005.

Un poquito más al sur, en la Argentina el número asciende a 145.000 t/día, lo que da un volumen cercado a las 38 M/t anuales. Para 2010, en tanto, se estima que la capacidad local llegaría a las 42 a 45 M/t, de acuerdo con lo informado por la Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (CIARA). En cuanto a la capacidad utilizada en la actualidad, el director ejecutivo de la entidad, Alberto Rodríguez, estimó que no alcanza al 80 %.

En Brasil, en tanto, la situación podría aún agravarse “en la medida que no exista una reforma tributaria, dado que el mayor problema de la industria se encuentra en la dificultad de recuperar parte de los créditos interestatales generados con la exportación de harina y aceite”.

Producir una t de soja en Brasil cuesta u$s 200 FOB

El Ministerio de Agricultura del socio mayoritario del Mercosur corrigió recientemente sus estimaciones sobre la cosecha 2005/06 (oct/sep) brasileña a 55,7 M/t (51,4 M del ciclo anterior).

Esta merma, según Rebolini obedece a una serie de dificultades -como el clima, la escasa tecnología aplicada al cultivo y el control de sus enfermedades- pero sobre todo a los altos costos de producción de la oleaginosa. “Hoy es antieconómica la soja en Brasil con esta relación de cambio”.

En la actualidad, los costos de producción en Brasil “en lo que es puesto en puerto (FOB) ronda los u$s 200/t y en la Argentina es de u$s 160”, dijo.

A esto se suma que el productor brasileño trae un alto endeudamiento, lo que hace que “no venda la soja, con lo cual el precio de la oleaginosa en Brasil está bastante más alto en su paridad internacional de lo que es normal”

Mientras habitualmente la brasileña se operaba a nivel FOB al mismo precio que Chicago, “hoy existe una cotización de entre u$s 8 y 10 más alto que Chicago. Esto es parte de la retracción de la oferta que existe en Brasil debido al retraso cambiario”, consideró el titular de Agropuerto.

Además, los costos de la industria brasileña -como los costos energéticos siguen las variables internacionales- son mayores que los argentinos.

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