La producción mundial de frutillas supera en la actualidad los 3 millones de toneladas (Mt), concentrándose 80% de las existencias en tan sólo diez países, según un reciente informe de la FAO.
Los EE.UU. son el primer productor, con 800.000 toneladas en el 2003, seguido por España, con menos de 400.000 toneladas.
Desarrollo. En nuestro país, existen unas 1.000 ha sembradas, que produce unas 21.000 toneladas anuales, concentrándose 74% en las provincias de Santa Fe y Tucumán.
No obstante, también existen condiciones agroecológicas para su implantación en Buenos Aires, Corrientes, Misiones, Neuquén, Río Negro, Salta y Jujuy.
Los rendimientos varían de una región a la otra, pero la productividad mínima unitaria nacional oscila las 10 t/hectárea.
“En Tucumán, empleando plantines del sur del país y de la variedad Camarosa, los rendimientos llegan a 65 t/ha”, puntualizó un informe de la Dirección de Mercados Agroalimentarios de la Secretaría de Agricultura nacional.
El trabajo especificó que el calendario productivo varía de acuerdo con las regiones. Así, mientras en Santa Fe la producción a campo se realiza desde fines de agosto a fines de diciembre y bajo protección, de mediados de junio hasta fin de año, en Buenos Aires se trabaja a descubierto en tres ciclos: desde la primera semana de febrero, desde mediados de marzo a mediados de mayo, y desde mediados de septiembre a fines de diciembre.
En la región bonaerense, las labores bajo protección comienzan a mediados de febrero y se extiende hasta fines de noviembre.
En la provincia paradigmática de Tucumán, en tanto, la producción en pedemonte comienza a fines de marzo y se extiende hasta fines de noviembre, y en los valles de altura se realiza desde inicios de septiembre hasta fines de marzo.
Destino. El informe oficial recordó que mientras en el 2000 entre 50 y 70% de la producción se colocaba en fresco y el remanente -de menor calidad- a la industria de mermeladas y dulces, en el último trienio, 2000/2003, una parte importante de la producción se destinó al congelado IQF y se exportó, a valores sumamente llamativos, sobre todo amparados en la calidad del producto.
Industria. Finalmente, el trabajo puntualizó que en Santa Fe se procesa 40% del producto destinado a heladería, repostería y yogurt, entre otros alimentos, aunque aclaró que la provincia también exporta fruta fresca y elaborada.
