Por esta causa, las temperaturas máximas se incrementarán, provocando un aumento de la evaporación, y consumiendo las reservas hídricas de los suelos: El centro y el este del Noroeste Argentino, la Región del Chaco, el norte de la Región Pampeana y el norte y centro de la Mesopotamia observarán temperaturas máximas superiores a 25°C, con focos de calor de hasta 35°C.
El área agrícola de la Región de Cuyo, el centro de la Región Pampeana y el sur de la Mesopotamia registrarán máximas entre 20 y 25°C.
Sólo el sur de la Región Pampeana (La Pampa y Buenos Aires) registrará temperaturas máximas inferiores a 20°C
Debido al desarrollo de fuertes tormentas, el área cordillerana y La Patagonia registrarán temperaturas máximas reducidas en toda su extensión.
Precipitaciones
Las precipitaciones de concentrarán sobre el centro y sur del litoral fluvial, y serán escasas en la mayor parte del área agrícola, favoreciendo el avance de las labores agrícolas.
El centro y sur de Corrientes, Entre Ríos, el sudeste de Santa Fe y el nordeste de Buenos Aires observarán precipitaciones de 10 a 25 mm, con focos puntuales de hasta 75 mm.
El resto del área agrícola registrará valores escasos a muy escasos.
La Cordillera Central y Sur experimentará fuertes tormentas durante la primera parte de la perspectiva.
Hacia el final de la perspectiva se producirá una irrupción de aire frío que hará descender temporalmente las temperaturas mínimas sobre el sur y centro del área agrícola, mientras que el norte de la misma continuará bajo la influencia de los vientos cálidos.
Trigo
La entidad bursátil explicó que las precipitaciones observadas en los últimos días de julio excedieron los valores pronosticados, beneficiando la siembra y el arranque en varias de las zonas trigueras que necesitaban urgentes aportes de humedad.
Esta situación fue especialmente beneficiosa en el sur de La Pampa y el sudoeste de Buenos Aires, que recibieron precipitaciones que mejoraron sensiblemente su estado. âSólo su ángulo noroeste continúa registrando un pequeño foco de principio de sequía. El resto de la zona pasó a observar condiciones regulares a óptimas, que favorecen el avance de la siembraâ, indicó el informe.
Por otra parte, la persistencia de temperaturas típicamente invernales durante un lapso considerable sirvió para cubrir las necesidades de frío de los lotes, hasta ese momento insatisfechas, y que amenazaban con perturbar su desarrollo.
Sin embargo, durante la perspectiva que se inicia las precipitaciones serán escasas en gran parte del área agrícola, al mismo tiempo que la evaporación se incrementará debido al aumento de la temperatura, causando una disminución de las reservas hídricas.
âSólo el margen oriental de la Región Pampeana y la Mesopotamia recibirán humedad suficiente para compensar la evaporación e incrementar sus reservas de humedadâ, se advirtió en el trabajo.
Pérdidas por evotranspiración
A mediano plazo y siempre pensando en la estación invernal, los pronósticos continúan indicando lluvias escasas y temperaturas por sobre lo normal, cuya combinación amenazará con consumir las reservas de humedad de los suelos. Por lo tanto, âresulta indispensable un cuidadoso manejo de las reservas de humedad de los suelos, que logre minimizar las pérdidas por evapotranspiraciónâ.
Es probable que los períodos con temperaturas por sobre lo normal continúen siendo interrumpidos periódicamente por cortas e intensas irrupciones de aires polares con riesgo de heladas que afectarán a la mayor parte del área triguera pampeana. Por el momento este factor no reviste peligro debido a la elevada resistencia al frío exhibida por la mayor parte de las variedades en uso, pero al acercarse la primavera este factor podría causar daños.
En lo que hace a la perspectiva a mediano plazo, el último informe de la Administración Nacional de la Atmósfera y los Océanos de los EE.UU. (NOAA) generó una nota de optimismo al dar por finalizado el desarrollo del episodio de âLa Niñaâ que, de haberse prolongado, hubiera podido reducir las precipitaciones durante la primavera y el verano próximos.
No obstante, el enfriamiento del Litoral Atlántico, causado por el avance hacia el norte de la Corriente de Malvinas, podría continuar perjudicando al sudoeste de la Región Pampeana al reducir la posibilidad de lluvias.
