El sector inmobiliario rural argentino continúa atravesando un frente crítico de gran incertidumbre por las restricciones a la adquisición de divisas, dijo la Cámara Argentina de Inmobiliarias Rurales (CAIR), según refleja la agencia de noticias NA.
La entidad alertó, además, sobre la gran carga tributaria que pesa sobre los campos, sumada a una alarmante suba de costos, que trae como consecuencia final una baja rentabilidad y hace que el productor rural esté preso de su patrimonio y sin renta alguna.
La Cámara precisó que en la gran mayoría de los casos los alquileres de campos están siendo pactados sólo a porcentaje por la falta de liquidez y la imposibilidad de predecir el futuro de la economía.
Según publicó El Cronista, consideramos necesario que las políticas gubernamentales apunten a seducir a inversores y no a ahuyentarlos, como está sucediendo en la actualidad, dijo la cámara.
Además, la entidad señaló que la Ley Nacional de Tierras sigue sin ser reglamentada lo cual frena por completo las operaciones que involucran a inversores extranjeros, pudiendo ser estos parte de la solución pues hoy pueden aportarle al país los dólares que tanto necesita nuestra economía.