El gerente de la Asociación de Productores y Exportadores de Frutas, Raúl Aruani, denunció ante Infocampo la existencia de “clandestinidad tanto en empaque como en la compra de fruta por parte de gente que viene del norte y entra en fincas y acondiciona la producción en envases usados, cargando en el camión directamente y llevándonos a competir ante una fruta como esa que está fuera de los cánones normales establecidos y que termina siendo, lamentablemente, la formadora de precio. Obtienen así un margen de rentabilidad imposible para nosotros por tener el empaque registrado y personal en blanco”.
El creador y responsable de las barreras sanitarias del Instituto de Sanidad y Calidad Agropecuaria de Mendoza (Iscamen), Lorenzo Ferretjans, explicó que para controlar esta práctica “aplicamos el Sicophor (Sistema de control de productos frutihortícolas frescos) para productos de pepita y carozo. Esto es un pedido del Senasa para que controlemos en las barreras que la salida de los productos se corresponda con la normativa vigente que exige identificar la zona de producción, de embalaje, el producto, especie, variedad, kilos, tamaño, procedencia del galpón y su habilitación.
El problema es que Senasa, a quien corresponde el control interno, a entender de Aruani no muestra más que “voluntad política y de escritorio”.
La falencia del Iscamen, en tanto, radica en la falta de inspectores: “Tenemos 110 agentes en las barreras y 12 jefes; son 6 barreras. Todos los años pedimos que nos cubra el Gobierno las vacantes porque creció el tránsito por turismo interno y el movimiento de camiones por los cambios comerciales”.
Cristian Pérez Barceló
Corresponsal de Infocampo en Mendoza
