Estas dos automotrices con gran participación en el mercado local están analizando el rendimiento, consumo de aceites y funcionamiento de la mecánica de los motores en su flota de camiones, con la expectativa de lograr varios objetivos: en principio, hacer más eficiente el negocio, pero también reducir emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera, informó la revista energíaestratégica.com.
Según indica un empresario que conoce de la iniciativa, los expertos técnicos de estas dos firmas están siguiendo de cerca el caso de la Cervecería y Maltería Quilmes, empresa que ya opera con 50 camiones que utilizan la mitad del consumo con biodiesel.
“Están haciendo todo el seguimiento y haciendo pruebas con B100”, explicó la fuente consultada por surtidores.com.ar. Para enero, Quilmes tenía previsto duplicar la apuesta: que sean 100 los rodados que implementen esta energía renovable. Están avanzando en esa dirección, conformes con los resultados obtenidos.
Tiempo atrás, la Cámara Argentina de Biocombustibles (CARBIO) demostró que usar biodiesel en automóviles y transporte de pasajeros y de carga al 20 por ciento no genera ningún tipo de inconvenientes en los motores. Realizó una investigación en 2012, recorriendo 40.000 km bajo condiciones extremas de durabilidad acelerada sobre un vehículo comercial diésel Toyota Hilux 2.5T.
En esta línea avanza Brasil. El gobierno brasileño de Dilma Rousseff elevó en noviembre de 2015 el uso voluntario al 20 por ciento para los vehículos de calle; 30 por ciento para el agro y el transporte ferroviario; y del ciento por ciento en el uso experimental.
En Argentina, los empresarios reconocen que están dadas las condiciones para incrementar el corte obligatorio al 10 por ciento que rige en el mercado, en función de la capacidad operativa que muestra la industria, de más de 4.6 millones de toneladas/año.
