La iniciativa “propone de manera inédita la reparación de las causas y efectos que vulneraron por décadas derechos de un gran conjunto de sujetos agrarios, por años invisibilizados”, sostuvo la Facultad al declarar la ley de interés institucional y el primero de agosto de cada año como Día de la Agricultura Familiar, según publica Télam.
“Las familias productoras que habitan los pueblos y parajes rurales aún necesitan una contraparte estatal e instrumentos efectivos que, superando la asistencia social, sean capaces de recuperar y desarrollar una cultura del trabajo, que aporte a la soberanía y seguridad alimentaria de todos los argentinos”, se destacó en un comunicado.
La unidad académica expresó que “se debe concebir a la ley como una forma de vida y comprenderla con identidad cultural propia, cuyo principal objetivo es la reproducción social de la familia en condiciones dignas; considerándolo no como un sector vulnerable y/o vulnerado, sino como agente indispensable de un desarrollo igualitario, productivo y económico”.
Según la Facultad, este proceso “debe ser apoyado e impulsado por un Estado democrático, equitativo, multiétnico y pluricultural, para crear las condiciones necesarias para el acceso de los productores y las comunidades a la tierra, el agua, y otros recursos naturales, con sustentabilidad ecológica, económica y social”.