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La nutrición es clave para los rindes

Ensayos de fertilización y manejo de trigo en Balcarce Durante la campaña 2003/2004 se llevaron a cabo distintas evaluaciones en el sudeste bonaerense bajo los modelos de innovación y tecnología (MIT). Las principales conclusiones del trabajo, en este artículo

Ensayos de fertilización y manejo de trigo en Balcarce Durante la campaña 2003/2004 se llevaron a cabo distintas evaluaciones en el sudeste bonaerense bajo los modelos de innovación y tecnología (MIT). Las principales conclusiones del trabajo, en este artículo
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Por Infocampo

Ensayos de fertilización y manejo de trigo en Balcarce Durante la campaña 2003/2004 se llevaron a cabo distintas evaluaciones en el sudeste bonaerense bajo los modelos de innovación y tecnología (MIT). Las principales conclusiones del trabajo, en este artículo
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Por Infocampo

El lote previsto para la realización de los ensayos tuvo como antecesor girasol en siembra directa con un rendimiento de 2,6 t/ha”, afirma Francisco Llambías, según se puede leer en la sección “Lo importante hoy” del site de Aapresid (www.aapresid.org.ar).

Allí se detalla que el trigo (Buck Sureño) se sembró el 22 de julio. En el ensayo de fungicidas además Baguette 10. En ambos casos la densidad de siembra fue 155 kg/ha de semilla.

El control de malezas se realizó con Dicamba, Metsulfurón, 2.4-D y humectante. Todo el campo tuvo una fertilización con fósforo utilizando como fuente fosfato monoamónico (MAP), para nitrógeno urea granulada y para azufre sulfato de amonio (SA).

El diseño fue en franjas en el sentido de siembra para los tratamientos con P y transversales a la misma para los tratamientos con N y S. Si bien el propósito del sitio experimental fue la demostración a productores y no el análisis científico, se utilizó para realizar determinaciones de rendimiento. En cada parcela se realizó cosecha manual en tres repeticiones de 3 m2 cada una. La trilla se realizó con maquinaria experimental para microparcelas a fin de obtener rendimiento en grano. A los resultados se los sometió únicamente a un test de comparación de medias, utilizando para ello el paquete estadístico Infostat.

Dosis de fósforo

El nivel de fósforo previo a la siembra para este ensayo fue de 10.7 ppm. El fósforo fue suministrado como MAP en líneas a la siembra a razón de 0, 40, 80, y 120 kg/ha, es decir que tuvo un efecto combinado por el aporte de N y P de esa fuente.

Se destaca que en este ensayo no se aplicaron dosis de N adicionales para compensar el N aportado por dosis crecientes del fertilizante compuesto.

También, que se vio muy afectado por diferencias que se atribuyen al suelo y que influyeron en la implantación del cultivo.

Dosis de nitrógeno

En la realización de este ensayo se buscó evaluar las distintas dosis de nitrógeno 80, 160 y 240 kg/ha teniendo como base el agregado de 80 kg/ha de MAP a la siembra.

La diferencia de rendimiento entre el testigo de urea y la primera fue 800 kg de trigo, alcanzando una diferencia de hasta 2.500 kg cuando se agregó la dosis máxima de 240 kg del fertilizante nitrogenado. Todo indica que cuando el fósforo no fue limitante, se lograron los más altos rendimientos.

Fertilizantes y fungicidas

El ensayo se realizó con una base única de 80 kg de MAP por hectárea. Se destaca que la producción registrada para los casos con agregado de 80 y 160 kilos por hectárea de urea cuando se ha aplicado el fungicida, el rendimiento se encuentra por encima de los 4.000 kilos en contraposición con los no tratados, que fue de 3.240 kilos por hectárea.

Esto confirma, según Llambías, la idea de que el agregado de mayores dosis de fertilizantes nitrogenados crea un ambiente más propicio para el ataque de hongos foliares, tales como las royas.

Por este motivo se recomienda el uso de fungicidas específicos para obtener altas producciones.

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