En su presentación, el presidente de la Asociación del Maíz Argentino, Juan Avellaneda, habló de los últimos 50 años del cultivo, donde “el avance en los rendimientos obtenidos fue todo gracias a los nuevos métodos de cosecha y el uso de herbicidas; actualmente estamos a nivel similar al resto del mundo”.
La fertilización se llevó un capítulo aparte, y Avellaneda contó que “hoy los productores son más conscientes de no arruinar los suelos y de a poco se están implementando nuevos fertilizantes”.
La preocupación de los representantes de la cadena maicera ha sido empezar a ser reconocidos, tanto por el Gobierno como por la sociedad y los productores mismos. En lo que respecta a la vinculación con el Estado, Enrique Martín, de la Comisión directiva de Maizar, expresó a Infocampo la satisfacción de haber logrado que el Gobierno los “tome como referentes”.
En este sentido, destacó que hace unos días el ministro de Economía, Roberto Lavagna, convocó a la Secretaría de Agricultura y otras entidades entre las que se encuentra Maizar para hacer un estudio de por qué había bajado el área implantada con maíz. “Seguro que uno de los primeros temas que se pondrán sobre el tapete será el de las retenciones, pero no es el único”, indicó Martín.
“Mientras muchos hablan que el área sembrada con maíz se recorta para esta campaña, desde Maizar y distintas entidades explicamos que es una oportunidad óptima para un país que tiene todo para producir altos rendimientos del cultivo que puede convertirse en un motor importante para el crecimiento nacional y mundial”, explicó el director ejecutivo de Maizar, Martín Fraguío.
Conversión de grano en carne
En los últimos años, Argentina pasó de convertir el 25% de su producción de maíz al 50%. Actualmente, Estados Unidos convierte en carne y leche el 50% y Brasil el 80%. Carlos González Crende, asesor del CREA tambero, explicó que los tambos actuales trabajan en complementación con la agricultura. “La utilización del maíz es conveniente para producir más y mejor, el silo bolsa permite una intensificación en la recría y aumentar el número de animales en el establecimiento”.
Futuro. En lo relativo a la situación argentina para los próximos diez años, el director de Estudios Económicos de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Jorge Ingaramo, estableció dos hipótesis.
La primera: Argentina aumenta el consumo interno de granos forrajeros y harina de soja; el aumento del precio de los fletes y el desarrollo tecnológico convencen a sus empresarios que deben “imitar” a Brasil y transformarse en agresivos productores y exportadores de carnes (vacuna, porcina y aviar).
La segunda: se siguen manteniendo las ventajas comparativas como productor de forrajes y aprovecha la creciente demanda internacional de los productores de carnes. “En ambos casos hay que prepararse para esto y trabajar para llegar a la meta”, explicó Ingaramo.
Yanina Otero | yotero@infocampo.com.ar
