Es así, que Santiago Rubio, representante de Austrade, explicó a Infocampo TV que ya se perdió el 80% de los cultivos de invierno y detalló que la mayoría de los estados productores viven una emergencia económica.
En su último informe, la Oficina Australiana de Recursos Económicos y Agrícolas confirmó que la cosecha fina, llegará a 15,7 millones de toneladas, un 61% menos que en el ciclo anterior.
La producción de trigo cayó a 9,8 millones de toneladas, mientras que la cebada apenas llegó a 3,7 millones. La canola, en tanto, totalizó 513.000 toneladas.
En el caso de los granos de verano, es decir la cosecha gruesa, la dependencia australiana confirmó que llegaría a 5,91 millones de toneladas: el sorgo sumaría unas 996.000 toneladas, en tanto la superficie implantada con arroz se redujo un 89%, en comparación con el ciclo previo.
Sin embargo, operadores locales consideraron que la demanda australiana no modificará demasiado el actual escenario internacional. En este sentido, Javier Buján remarcó que es un demandante más que se suma.
No obstante, el consultor admitió que cualquier situación de mayor demanda será explosivo para mercados, sobre todo teniendo en cuenta que se está hablando de un fenómeno Niña en Estados Unidos, que generaría un problema muy serio con el maíz, si la producción del país del norte no llegara a un mínimo de 300 millones de tonelada.
Sobre el cereal, Buján también remarcó que la potencial demanda australiana tampoco podría ser satisfecha por la Argentina, que tiene toda su producción vendida, hasta que la Secretaría de Agricultura decida reabrir el registro de exportaciones. Para el operador, esto recién ocurrirá cuando esté cosechado el 50 o 60% del cereal y se garantice la provisión interna.