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La última oportunidad para el girasol

Con un ventana de siembra más amplia que la primaveral, materiales de ciclo intermedio alcanzan rendimientos aceptables durante enero.

Con un ventana de siembra más amplia que la primaveral, materiales de ciclo intermedio alcanzan rendimientos aceptables durante enero.
infocampo
Por Infocampo

En Chaco, el cultivo de girasol posee un papel central dentro de esquema productivo.

En esta región, el desarrollo óptimo del cultivo comienza desde fines de julio y se extiende hasta mediados de septiembre.

Estas siembras se sustentan hídricamente con las precipitaciones caídas durante el verano. Como durante las últimas campañas las lluvias han sido escasas, las implantaciones invernales se han desplazado y se ubicaron más entrada la primavera.

A partir del manejo que realizan algunos productores de esta zona, que implantan en enero girasoles tardíos, Riestra Semillas decidió realizar una jornada informativa para detallar cuestiones ecofisiológicas inherentes a estas siembras.

Infocampo dialogó con Martín Ramírez, gerente de Desarrollo del semillero, acerca de las perspectiva de estos materiales y de las principales conclusiones de la capacitación.

“La siembras ultratardías de girasol son una alternativa más para el productor girasolero de la zona, ya que en estas fechas compite, especialmente, con la soja.

Sin embargo, bajo las condiciones de sequía como las instaladas actualmente, donde la fecha de siembra de la soja va pasando, muchos lotes quedarán improductivos, y estos híbridos son una opción para cuando la recuperación se retrasa a la fecha óptima de siembra de soja”.

Ramírez detalló las principales conclusiones a las que arribó Luis Aguirrezábal, principal moderador de la charla realizada el último 4 de diciembre en Charata (Chaco) y referente a este cultivo.

Según Aguirrezábal, en siembras estivales, la ventana óptima se extiende por un mes desde el 15 de enero, y en estos casos es excluyente que el material sembrado sea de ciclo intermedio.

El técnico agregó que, basándose en modelos de simulación, estos materiales pueden lograr hasta 20 qq/ha.

Otro de los determinantes influyentes sobre el rendimiento es la calidad del grano logrado. La semilla, al desarrollarse bajo condiciones de alta temperatura pero de baja radiación, sólo es esperable que alcance los niveles base de contenido de aceite. De esta manera, no se conseguirían bonificaciones adicionales por contenido de aceite.

Una de las principales adversidades para estas siembras son los pájaros, que pueden llevarse hasta el 50% del rinde. Con lo cual seleccionar materiales que vuelquen bien el capítulo será fundamental para morigerar descensos del rinde.

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