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Los productores de lúpulo necesitan mercados

En los últimos años cayeron las hectáreas implantadas, al mismo tiempo que el número de productores y los precios internacionales. Hoy la única forma de salir es encontrar mercados.

En los últimos años cayeron las hectáreas implantadas, al mismo tiempo que el número de productores y los precios internacionales. Hoy la única forma de salir es encontrar mercados.
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Por Infocampo

Actualmente en El Bolsón hay implantadas más de 129.480 hectáreas de este cultivo, distribuidas en 10 productores. 9 venden el total de su producción a la cervecería Quilmes y sólo uno exporta.

La historia del lúpulo en El Bolsón está directamente relacionada con la empresa Quilmes, ya que fue Otto Bemberg, el titular de la firma, quien promovió e impulsó los cultivos en la región, en el año 1956.

Desde esa época, la relación comercial fue permanente, aunque con algunos altibajos.

La cervecería argentina en el negocio

Para la elaboración de la cerveza se necesitan cuatro materias primas fundamentales: cebada, agua, lúpulo y levadura. Los productores de la zona andina firmaron, en junio de 2004, un acuerdo con la Cervecería y Maltería Quilmes. En el convenio se aseguró por parte de la empresa la compra de la producción de lúpulo de la región hasta el año 2008, inclusive.

Se estipuló, además, que la compañía nacional compraría el 50% del volumen del producto producido en ese año, mientras que durante el período 2005/2008 continuaría adquiriendo el 50 % de la producción de la zona, aun cuando este porcentaje resultara superior a sus necesidades. El lúpulo que se produce en El Bolsón, de las variedades Cascade y Nugget, con alta calidad de resinas alfa, es el que ha abastecido por más de 46 años a las principales empresas cerveceras del país y de Latinoamérica.

Hasta el año 1993 en los valles de El Bolsón, Lago Puelo, El Hoyo y Epuyén se producían 330 toneladas de lúpulo, que generaban ingresos por 1.800.000 dólares, con una superficie cultivada de 210 hectáreas y con 24 productores.

Hoy sólo se están produciendo150 toneladas de lúpulo por año y en el mercado se está pagando alrededor de 4,50 u$s por kg.

Los que desarrollan la actividad en la región jamás pudieron acceder a contratos de producción de varios años, como es habitual en Europa o Estados Unidos, donde, a pesar de la caída de los precios internacionales, tienen pérdidas menores, ya que su producción está vendida con anterioridad en un 80 o 90%.

A esto también se le suma que en la Argentina se cobra un 10% de derechos de exportación mientras que en Estados Unidos o Europa la actividad está subsidiada y los importadores como Brasil o Uruguay sólo deben pagar un 8% de derechos de exportación.

Alfredo Leibrecht es productor de la zona, tiene 16 ha en producción, y contó a Infocampo que por el momento sólo logra subsistir y que está muy lejos de poder invertir: “Tengo una cosechadora que tiene 50 años, la tecnología para nosotros es algo todavía muy lejano”.

Implantar una hectárea de lúpulo tiene un costo de alrededor de 7.000 dólares y cada una produce aproximadamente unos 1.500 kg, dependiendo del manejo.

Otro inconveniente que hoy los productores están pagando muy caro es la falta de fertilización en los suelos, que según Leibrecht se dejó de realizar porque no daban los costos.

La dependencia con la empresa Quilmes es casi total, por eso los productores necesitan nuevos mercados. Venezuela, junto con Brasil, son dos plazas interesantes para la comercialización de la variedad tradicional de lúpulo de la región, Cascade. Al respecto, Leibrecht explicó que con la situación actual es muy dificultoso ingresar en estos mercados ya que no hay volúmes de producción importantes y las grandes cervecerías compran en Europa.

En el 2004 los productores de El Bolsón viajaron a Brasil para tratar de colocar su producción el país vecino, pero lamentablemente no se llegó a ningún acuerdo concreto. Según Leibrecht, la única forma de llegada sería a través de las empresas más chicas.

También hace algunos años se presentó el proyecto para crear el Fondo del Lúpulo, pero según contó Leibrecht esta iniciativa no prosperó por “el lobby” que realizan las empresas de cerveza argentinas, ya que deberían aportar el 0,002 % por litro de bebida comercializada y no estaban dispuestas a resignar nada de su ganancia.

En busca de mejorar la rentabilidad del sector, el gobierno provincial lleva adelante un Plan de Reconversión del Lúpulo a través del cual exige a los productores la sustitución, al menos parcial, del lúpulo Cascade hacia otras variedades amargas, que se prefieren actualmente para la fabricación de cerveza en el país. Es decir, se fomenta la orientación de la producción al mercado existente.

En este sentido, Leibrecht contó que hace unos años trató de implantar una nueva variedad pero los rindes por hectárea no justificaban la inversión. El productor explicó que, sin incentivos, tecnología y mercados, es imposible reconvertir nada de la producción local. Por el momento, sólo resta subsistir y esperar.

Yanina Otero

yotero@infocampo.com.ar

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