Los forwards son contratos financieros que fijan la compra y venta de un activo a un determinado precio y en una determinada fecha; de esta manera se elimina el riesgo de fluctuación del valor. Los últimos meses demostraron que el mercado de cereales estuvo enrarecido con precios que cambiaban repentinamente, presiones del Gobierno y amenazas de intervención.
Para sortear todas estas cuestiones muchos productores eligieron esta forma de comercialización para su cosecha de maíz y en algunos casos para la de soja.
Según asegura Javier Amuchástegui, productor cordobés y director de la empresa Tecnocampo, que esta campaña sembró 14.000 ha entre soja y maíz, este año, âcomo nunca en la historiaâ, los productores realizaron forwards tentados por los buenos precios internacionales a futuro y buscando la mejor cobertura para sus negocios.
“En caso de que una escapada de los precios te deje descubierto, se puede complementar ese forward, que implica no tener que poner garantías ni nada porque se hace con el exportador, el acopiador o con el corredor con el que uno opere, con la compra de un call en los mercados de futuros y opciones, y así quedar cubierto, frente a una suba”, dijo Amuchástegui.
Con respecto a la posible intervención que realizaría el Gobierno en el mercado de maíz, Amuchástegui detalla que este panorama sólo crea una gran incertidumbre en todas las empresas agropecuarias.
El director de Tecnocampo asegura que la única manera de que la Argentina se posicione bien en el mundo como exportador de cereales es no interviniendo el mercado, sembrar mucho y exportar lo máximo posible, todo sin descuidar el mercado interno.
En la actualidad los productores pueden tomar diversas coberturas para asegurar el precio de los cereales, tanto con el Mercado a Término, con un exportador o acopiador, e incluso se pueden tomar coberturas fuera del país para también salvaguardar la posible suba en los precios internacionales.
Tendencia
Según Amuchástegui al principio de la campaña los productores no querían sembrar maíz, pero la tendencia se dio vuelta y ahora hay campos sembrados un 50% con el cereal e incluso hasta en un 100%.
