El conflicto que afectó por dos semanas al amarre de buques en los puertos graneleros del Gran Rosario, y provocó pérdidas en las exportaciones por unos 400 millones de dólares, vuelven a operar con normalidad luego del levantamiento de la medida.
Desde el SOMU (Sindicato de Obreros Marítimos Unidos) esperan negociar un nuevo convenio colectivo de trabajo para el personal de las lanchas de prácticos.
A raíz de esto, el Ministerio de Trabajo dictó una conciliación obligatoria en otro conflicto que incluye al SOMU, y lleva casi un mes. En este caso, se afectaba a la empresa de transporte fluvial UABL. El Sindicato se negaba a asegurar los contenedores en los buques Asturiano y Argentino de la empresa.
El pedido de conciliación habría llegado a raíz de un reclamo por la imposibilidad de recalar un crucero en Ushuaia, debido a la presencia del Asturiano en el muelle, que no estaba en condiciones de zarpar porque su carga no estaba asegurada. También se comenta que podría tener que ver con cómo se veían afectadas las líneas de ensamblaje de electrodomésticos en Tierra del Fuego, ante la interrupción de la cadena logística.
