Los cambios en materia de derechos de exportación, la eliminación de los ROEs y la devaluación del peso, le dio un nuevo aire a la mayoría de las producciones agrícolas.
Frente a este escenario, el presidente de Coninagro, Egidio Mailland, no titubeó al señalar cuál fue el cultivo más favorecido por las medidas oficiales.
“El gran beneficiado en lo inmediato por la quita de retenciones fue el trigo del SE y SO de Buenos Aires”, afirmó en diálogo con Infocampo.
En detalle, sostuvo que “con la quita de retenciones, la eliminación de la distribución discriminatoria de los ROEs y el sinceramente del tipo de cambio, hoy el trigo es un cultivo que se vuelve a sembrar, va a volver a crecer en volumen y vamos a poder volver a exportar con tranquilidad”.
Sin embargo, una de las mayores críticas que los productores le hacen al Gobierno de Mauricio Macri es que no pudo recomponer por completo los precios del cereal
Para Mailland, el productor “tiene que entender que hay un excedente de 3 millones de toneladas del año pasado, más toda una cosecha nueva”. Por eso, subraya: “si vos me decís que alguien va a pagar el precio pleno el 15 de enero yo no lo creo”.
“Este es el libre juego de la oferta y la demanda”, analizó el dirigente. Y sentenció: “el productor sabía que iba a caer en un embudo donde íbamos a querer vender 10 millones de toneladas de trigo en un mes; es imposible. Hay que tener paciencia”.
Según su visión, otro factor que distorsiona los precios es la calidad. “Hoy están pagando $ 1.950 un trigo que tiene apenas 9 de proteína. No se si da para mucho más, no se si en el exterior se coloca tan fácil”, planteó.
Pese a esto, confiando en lo que puede pasar hacia adelante, pronosticó desafiando a este cronista: “quien tenga un trigo de 10 de proteína, dentro de tres o cuatro meses, ya vas a ver a que precio va a vender”.
El Mailland productor
Hace poco más de un año, en su primera conferencia de prensa como presidente de Coninagro, Mailland, hombre del SE bonaerense, principal zona triguera del país, se presentó como un exproductor de trigo.
En ese momento, contó que había dejado de lado el cereal ante la incertidumbre en la comercialización y luego de varios años de producir a pérdida.
De cara a la próxima campaña, el dirigente tiene una visión totalmente opuesta: “Vuelvo al trigo, urgente. La cebada me golpeó demasiado, tengo unas heridas profundas”.
Es que la cebada fue un refugio peligroso para muchos productores. “Ante la falta de mercado de trigo reaccionamos con la cebada y sabíamos que íbamos a un lugar muy difícil”, aseveró Mailland con el recuerdo fresco de las últimas vivencias.
Pero ya con la mirada puesta en lo que se viene, con firmeza, dejó su última frase: “Vuelvo al trigo, ni hablar”.
Por Marcos Lopez Arriazu
@marcosarriazu
