Hacer realidad los rendimientos potencialmente alcanzables de cualquier cultivo es un desafío. Esta vez es el turno del maíz. Como resultado de esta muy buena campaña para los cultivos de verano,
A partir de esta iniciativa, Infocampo dialogó con profesionales del sector para dar con los aspectos que permitan alcanzar estos rendimientos.
Martín Fraguío, director ejecutivo de Maizar, comentó cuáles son las causas que se reúnen en esta campaña para lanzar este concurso: 'El permanente mejoramiento en los materiales, las lluvias durante el ciclo del cultivo, la marcada amplitud térmica durante buena parte del llenado (marcadamente durante enero), y la mayor fertilidad química con que arrancaron muchos lotes, luego de la sequía del año pasado, han sido la causa para demostrar que los suelos pampeanos están en condiciones de altos rendimientos'.
Hugo Ghio, técnico y productor referente del sudeste cordobés, ajusta desde hace varias campañas el manejo del maíz con la finalidad de generar siempre el mejor ambiente para el cereal.
Ghio citó cuatro componentes fundamentales para lograr un maíz de altos rendimientos: 'El clima, el agua, el suelo y manejo son los pilares necesarios para maizales de 200 qq/ha'.
En Corral de Bustos, localidad en la que produce Ghio, es posible aspirar a 160 qq, ya que el propio ambiente impone un techo.
El manejo que hace Ghio en la zona núcleo para asegurarse un alto rendimiento es de
Por otra parte, para Lucas Borrás, de la cátedra de Ceriaricultura de
De esta manera, en la zona núcleo corremos con la ventaja de las lluvias que aportan humedad al cultivo. Sin embargo, también generan muchos días nubosos que limitan la llegada de esa radiación, bajando el techo de los rendimientos.
El investigador sostuvo que un día con nubosidad presenta entre un
Cuanto más nos dirijamos al sur, donde los niveles de radiación son mayores, habrá más posibilidades de lograr los 200 qq.
Esta zona presenta más noches frescas que alargan el período vegetativo del cultivo, y permiten que explore el ambiente con más radiación por más tiempo. Simón Martínez, del Inta Valle Inferior, en Río Negro, contó que tanto a nivel experimental como de campo, y con riego, la región supera el techo pampeano y alcanza 19 t de grano.
Para ello utilizan altos planteos de fertilización de nitrógeno, con hasta 280 unidades de N y altas densidades cercanas a las 100.000 plantas/ha.
Artículo publicado en la edición de hoy de Infocampo Semanario