Remarcó que âcomo responsables de la producción de bienes de primera necesidad, como son los alimentos, se nos ha pedido colaboración en la lucha contra la inflación, un fenómeno de triste recuerdo que ha causado estragos en la Argentina. Hemos colaborado, probablemente, como ningún otro sector de la economía en el acotamiento de precios, aún en detrimento de nuestra propia rentabilidadâ.
Del acto, al que asistieron productores y vecinos de la zona, también participó Fernando Espinoza, intendente de La Matanza, quien celebró âla conjunción del campo y la industriaâ.
âDesde La Matanza creemos que hay que dar por terminada de una vez por todas con las desinteligencias y la falta de diálogoâ, dijo Espinoza. âHacemos votos para que nos pongamos de acuerdo a nivel nacional para darle al campo el lugar que mereceâ, completó.
Miguens insistió âen el reclamo de una auténtica política agropecuaria que no puede estar ausente en un país tan dependiente del sector rural como el nuestroâ.
Recordó que âla salida de la grave crisis que afectó al país a principios de este siglo y los indicadores económicos favorables que hoy presenta tuvieron como motor y protagonista principal a nuestro sectorâ, aunque lamentó que, a pesar de ello, âel campo no ha encontrado aún el justo reconocimiento ni las condiciones básicas para poder seguir apuntalando a la economía del país y aprovechar una demanda de agroalimentos sin precedentes, tanto del mercado interno, por su mejor situación económica, como del externoâ.
âPor eso, mantenemos vivo el reclamo del sector para que se implementen medidas que realmente estimulen la producción, su industrialización y comercialización; medidas que generen confianza y previsibilidad, que alienten proyectos productivos que atraigan capitales, sobre todo en una actividad de ciclos biológicos tan largos como es la ganaderíaâ, aseveró.
El presidente de la SRA afirmó que, además de la intervención al mercado de la carne, âlas regulaciones en los mercados de la leche, del trigo y la frutihorticultura implicaron disidencias con el sector oficial que aún persistenâ.
âDesde hace algunos meses âdijoâ, asistimos al derrumbe del valor de nuestros productos, que elaboramos con paciencia y dedicación, contra todas las adversidades imaginables. En el caso del ganado en pie esa caída llegó al 30%. Sin embargo, la depreciación nunca llegó a las góndolasâ.
Aseguró que âestán dadas las condiciones para que el precio de la hacienda pueda remontar sin que deba trasladarse al precio de la carne. Si así lo hiciera, sería resultado de la especulación de unos pocosâ.