“Tengo la ilusión de volver a un país en el que tengo muchos amigos. Un país apasionado por el deporte. Era algo que tenía en mente desde hacía mucho. Ahora es un hecho”, expresa Rafa, que, como apuntó el diario El País de España, domina dos estadísticas fundamentales. Ningún jugador del top 5 convierte más puntos de break a favor que él (46%) y ninguno defiende con más acierto los puntos de quiebre que tiene en contra (69%).
Rafael Nadal, un gladiador del tenis. Foto: AP
-La última vez que estuviste en la Argentina fue en 2005. Tenías 18 años y jugaste el ATP. Fue antes de ganar tu primer Roland Garros. ¿Qué tan distinto estás?
-Desgraciadamente un poco más viejo [sonríe]. Pero igual, igual que siempre. Voy a volver a la Argentina con la ilusión que fui en 2005. Tuve una buena experiencia. De hecho, perdí en los cuartos de final, pero desde allí empecé a despuntar realmente en el tenis. Uno siempre tiene la ilusión de jugar donde se siente querido y donde hay pasión por el deporte que uno practica, y en la Argentina existe, siempre he tenido buena conexión. Los argentinos entienden de tenis y el público es apasionado. Recuerdo lo que se vivió en Mar del Plata [final de Copa Davis], aunque yo no pude estar. Recuerdo lo que se vivió en la final en Sevilla en 2011, que sí tuve la oportunidad de jugar y el público estuvo increíble. Viví uno de los partidos más emocionantes en mi carrera, contra Del Potro, por la combinación de emociones entre públicos.
-Estarás varios días en el país. ¿Planificás hacer turismo?
-No sé si en esta oportunidad tendré la posibilidad de hacer muchas cosas. Al fin y al cabo, el calendario es apretado y necesito parar unos días en casa también. Tengo pendiente con Pico Mónaco una visita para conocer bien y supongo que tendré más opciones cuando el tenis esté acabado, que a día de hoy. Al fin y al cabo, voy a terminar la temporada, visitarlos y tengo unas cosas pendientes de nuestra fundación, tengo exhibiciones en Perú y en Chile también, y después voy a entrenarme para preparar la siguiente temporada.
-A las exhibiciones podés llegar siendo el N° 1. ¿Qué te generaría recuperar esa posición?
-Vaya como uno, dos o tres, vuelvo a un país en el que me siento cercano por el idioma, la gente; en el que me siento cómodo. Si lo hago como número 1, será una gran alegría, querrá decir que habré completado uno de los mejores años de mi carrera. 2013 estará siempre en mi corazón.
-Gaudio, quien te venció en los cuartos de final de aquel ATP de 2005, dijo en 2011 a LA NACION que te vio romper siete raquetas en el vestuario. ¿Fue tan así?
-[Sonríe] Es totalmente falso. No he roto una raqueta en mi vida… No soy de los que se enfadan mucho cuando los partidos se han acabado. Siempre he aceptado bien las derrotas y las victorias con calma, y no soy de perder el control. En mi vida no he roto una raqueta en la pista y no la voy a romper fuera del vestuario cuando todo se ha acabado.
Estás teniendo una temporada fabulosa, con nueve títulos. En Viña del Mar, cuando reapareciste tras la inactividad, ¿la imaginabas de este modo?
-En Viña del Mar sólo pensaba en poder tener una temporada, ni buena ni mala, sino en poder tenerla. Al día de hoy, la temporada ha sido, es y espero que pueda seguir así hasta el final del año, una de las más emocionantes de toda mi carrera.
-¿Qué le falta a Del Potro para llegar a entrar en el top 5?
-En la pelea con los de arriba, está. ¿Qué ranking tiene? Cinco, seis del mundo. Cuando uno está en esa posición, ya está en la pelea para meterse en cualquier posición del ranking. Lo único que necesitas cuando estás en el seis del mundo es ganar unos cuantos partidos más, como pudo ser la semifinal de Wimbledon, la semifinal de Cincinnati; esos partidos son los que te juegan el ranking. Cuando llegas a esas alturas, te juegas. Cuando llegas a esas alturas, te juegas un mogollón de puntos. Y de llegar a perder es una diferencia de puntos muy grande. No creo que sea más que eso. Juan Martín está preparado para pelear por lo que se proponga, porque tiene tenis para hacerlo.