“Una ley de lechería en la Argentina tiene que ser posible cuando recién tengamos una serie de instrumentos que nos permitan salvar las diferencias y las luchas que existen, que son auténticas, entre los tres actores de la cadena, tanto el comercial, el industrial y el sector primario, de forma que no exista ninguna posibilidad de que esa renta no se distribuya en forma equitativa en función del esfuerzo que cada uno pone en la cadena”.
Así lo indicó el dirigente del sector lácteo, Julio Aimar, en una entrevista que concedió al portal lecheríalatina.com.
“Por lo tanto esto es como se decía cuando uno estudiaba estrategia, antes de ponerse a disponer el cuadro de gente que vaya delante de determinada acción, primero hay que fijar la estrategia, después la gente. No que primero fijamos los cuadros y no sabemos bien lo que tenemos que hacer. Esta es la dificultad que todavía veo en lo personal para instrumentar una ley que sea capaz de salvar esa diferencia”, agregó Aimar.
“¿Hay chances de acercar a la cadena comercializadora al diálogo?”, fue una de las preguntas que le realizó dicho portal al productor. “Ahí está el punto en el que va a haber que insistir, si se arrima la cosa o bien va a tener que considerarse como un servicio y una vez que tengamos en los eslabones nuestros corregidos, pienso que no va a tener más remedio que acoplarse, porque sino no va a poder sacar el producto hacia los consumidores que es hacia los que también tenemos que proteger ya que en definitiva son los que ponen la plata para este negocio”, respondió.
Con respecto a las perspectivas para el año que viene, el dirigente dijo que “si no cambian algunas situaciones en lo que hace a la política para poder tener realmente el precio que le corresponde al productor, yo creo que el 2012 terminará entre un 2 y un 4% máximo de superávit de producción respecto al año pasado, el año pasado no fue un 15% como decían, sino que no pasó de un 8 o un 10% con respecto al 2010”.

