Renessen, una empresa norteamericana de biotecnología de propiedad conjunta de Cargill y Monsanto, anunció la construcción de una planta piloto de producción de bioetanol de última generación que utilizará varias tecnologías novedosas.
Por una parte se usarán variedades de maíz mejoradas genéticamente para un mayor contenido en energía, y por otra se utilizará una nueva técnica de separación del grano seco, también diseñada específicamente para las fábricas de bioetanol. El nuevo sistema podría representar un nuevo salto adelante en la producción de biocarburantes al incrementar el rendimiento de la producción agrícola e industrial.
Esta planta producirá de forma simultánea a partir de la destilación seca del maíz: aceite, bioetanol, un producto, distinto de los DDGS, rico en nutrientes con destino a la alimentación de ganado porcino y avícola, un alcohol medio fácilmente fermentable y una forma mejorada de DDGS (Distiller Dried Grains with Solubles), el producto estándar de alimentación animal de las fábricas de bioetanol.