La presencia del agro en todas las actividades económicas del país es una realidad bien conocida en el Ministerio de Economía, pero esta semana el presidente del Banco Central, Martín Redrado, colocó al sector en un nuevo escenario, desde donde influir en la vida cotidiana de los ahorristas argentinos.
Se trata de una nueva posibilidad de efectuar plazos fijos, con un plazo mínimo de 180 días, una retribución variable y un rendimiento relacionado con la evolución del precio de los commodities.
El capital está garantizado, es decir que el depositante retirará cuanto menos ese importe inicial, más un potencial rendimiento atado a este índice.
En la presentación del nuevo mecanismo, llamado DIVA (Depósito de Interés Variable), Redrado fundamentó la novedad diciendo: âNos gusta ser innovadores y estar en la frontera del conocimientoâ.
Una vez que el Central ajuste la normativa referida a su funcionamiento -previsto para las próximas semanas- el lanzamiento quedará a cargo de los bancos que captarán los depósitos.
Pero, a diferencia de otros plazos fijos, este nuevo mecanismo conlleva âun mayor riesgo por el factor climáticoâ, dijo Ernesto Ambrosetti, economista de la SRA. En diálogo con Infocampo, el jefe del Instituto de Estudios Económicos de la entidad, reconoció que igualmente esta alternativa âes atractiva, en función de las opciones existentes, donde las tasas de interés son relativamente bajas, e incluso en algunos casos negativas, en función de la inflaciónâ.
Además, el economista consideró que el instrumento tiene buenas perspectivas a largo plazo, por la alta demanda de granos para la elaboración de biocombustibles, âlo que impulsaría las cotizaciones de los commodities al alzaâ, y mencionó al maíz y la soja como los cultivos más atractivos, âsin desmerecer el potencial del girasolâ.
Sin embargo, Ambrosetti advirtió que esta alternativa ârequerirá un mayor asesoramiento técnico, debido a la alta volatilidad de los mercadosâ.
Marianela Garbini
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