A cambio, Argentina sería la primera opción como mercado de la energía excedente de Paraguay en el futuro, dijo Miguel López Perito, en una entrevista con Reuters.
La deuda se generó tras la construcción de la central sobre el río Paraná, financiada por Argentina. Paraguay sostiene que los intereses son espurios y que el nivel de endeudamiento de la entidad la hace inviable como empresa.
“Se planteó una fórmula de arreglo que consistiría en excluir los intereses (…) y hacer valer como parte de la deuda el capital, que estaría rondando los 4.000 a 5.000 millones de dólares, mitad de Argentina, la otra de Paraguay”, dijo López.
En febrero, los países fijaron un plazo máximo de 90 días para un acuerdo, que está próximo a cumplirse. El jefe de gabinete fue designado recientemente como principal negociador con Argentina buscando alcanzar una solución política, en un nombramiento que molestó a la cancillería.