Monsanto, deberá defender sus derechos a cobrar patentes por la soja transgénica más usada en el mundo (RR1) también en Paraguay, después de que, hace dos semanas, un juez de Mato Grosso, Brasil, ordenara la suspensión temporal del cobro de regalías en dicho estado.
En ambos casos, el argumento en contra de Monsanto es el mismo: tanto el juzgado brasileño como la asesoría jurídica de la Asociación de Productores de Soja, Cereales y Oleaginosas del Paraguay (APS) consideran que la patente de Monsanto venció en 2010, y que ya no corresponde que la empresa siga percibiendo los derechos de propiedad intelectual.
Como respuesta al caso brasileño, la firma con sede en St. Louis, Estados Unidos, suspendió el cobro de regalías en todo el país.La situación en Paraguay está en una instancia previa y la semillera se limitó a contestar en un comunicado los reclamos de la asociación de productores que propone dejar de pagar el royalty.
Según Monsanto, existe en Paraguay un sistema de acuerdo sellado entre la empresa y los gremios vinculados a la producción y comercialización de productos agrícolas y sus derivados en septiembre de 2004. Allí se estableció que la empresa recibiría una contraprestación por el uso de la tecnología Roundup Ready (resistente a glifosato) mientras existan patentes que protejan dicha tecnología vigentes en el mundo, estableciéndose como referencia temporal el año 2014.
La propuesta presentada por Monsanto contenía un listado de los derechos de patentes que se encontraban vigentes en el mundo al momento de suscribir dicho acuerdo, indicó la semillera en su notificación.
Aún así, APS insiste en que la investigación y análisis que realizó determinó que de las normas nacionales e internacionales vigentes sobre la materia se infiere que el derecho de Propiedad Intelectual de la empresa sobre la soja RR caducó el 11 de julio de 2010.
Se trata del mismo producto por el cual Monsanto no pudo cobrar regalías en la Argentina, y se cruzó en un duro enfrentamiento con el Gobierno, a instancias del entonces Secretario de Agricultura, Miguel Campos, situación que terminó favoreciendo al Estado argentino en los tribunales internacionales.
Pero en el resto de los países de la región, la experiencia de Monsanto había sido, hasta ahora, más favorable a sus intereses que en la Argentina.
La tecnología de soja Roundup Ready es reconocida por productores y expertos como una de las mejores herramientas para el manejo del cultivo”, expresó Monsanto en su comunicado. La primera generación de esta tecnología, presente en más del 95% de las sojas producidas en el Paraguay, resaltó.
La soja RR fue una verdadera revolución para la agricultura mundial, y fue ampliamente aceptada en la región, con especial rapidez en la Argentina.Actualmente, casi la totalidad de los campos sojeros de Sudamérica están sembrados con esta soja, y en algunos, como Brasil, ya existe inclusive una tecnología superadora, de la misma empresa, con el gen RR2.
Según publicó El cronista, las hectáreas cultivadas con soja RR en la región alcanzan casi las 50 millones de hectáreas, con 18,5 millones en la Argentina.
Brasil siembra hoy 24,5 millones de hectáreas de soja RR, mientras que en Paraguay hay 2,8 millones de hectáreas, casi la totalidad de la siembra, que utilizan esta semilla. Uruguay y Bolivia siembran un millón de hectáreas de soja cada uno.
El revés a la firma biotecnológica, que en 2011 facturó u$s 9.000 millones, llega cuando lanzó al mercado su nueva tecnología, la soja RR2, que incluyó en una semilla con la marca comercial Intacta, que fue recientemente aprobada para su venta en la Argentina.
