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Piden razonabilidad a gremios por escalada en los conflictos

Jorge Weskamp, presidente de la BCR, denunció el nivel de agresividad en conflictos tarifarios o salariales, como en Necochea, donde camioneros paralizaron la actividad portuaria. Apuntó a la pasividad de las autoridades y la cada vez mayor virulencia del reclamo.

Jorge Weskamp, presidente de la BCR, denunció el nivel de agresividad en conflictos tarifarios o salariales, como en Necochea, donde camioneros paralizaron la actividad portuaria. Apuntó a la pasividad de las autoridades y la cada vez mayor virulencia del reclamo.
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Por Infocampo

El pasado miércoles tuvo lugar en el salón de la Bolsa de Comercio de Rosario el tradicional remate del primer lote de soja. Frente al gobernador Obeid y el secretario Miguel Campos, el titular de la entidad Jorge Weskamp pasó revista a la agenda del sector, dentro de la cual los conflictos con el gremio del transporte tuvieron un lugar destacado.

“Una cuestión que nos preocupa es la agresividad y las modalidades compulsivas aplicadas por algunos sectores para imponer sus intereses en conflictos tarifarios o gremiales. Se ha convertido en moneda corriente recurrir a la coacción o a la amenaza lisa y llana”, dijo el directivo. “Los casos recientes de paralización de los puertos de Bahía Blanca y Quequén por reducidos grupos de transportistas (…) o los bloqueos por tiempo indeterminado de plantas de acopio o instalaciones fabriles por camioneros (…) ponen a la luz la gravedad de esta situación”, agregó.

“Paralelamente, la pasividad de las autoridades ante estos hechos violentos no sólo ocasiona perjuicios evidentes a las empresas involucradas, sino que determina un auténtico atropello a las libertades de circulación y trabajo”, recalcó.

Fuentes de Infocampo en la zona de Necochea explicaron que el conflicto en esa terminal se dio cuando un grupo minoritario de transportistas inició el bloqueo del puerto en reclamo de tarifas más altas.

Situados estratégicamente en las rotondas de la ruta y en los accesos clave, durante 14 días no sólo impidieron el ingreso de camiones sino que directamente era imposible conseguir transporte aunque sea para fletes cortos.

En plena cosecha de girasol, los productores se vieron obligados a embolsar el grano o bien a apilarlo al aire libre, o en el peor de los casos diferir la cosecha, con las pérdidas por desgrane que eso implica.

La irracionalidad de la medida, explicaban desde esa localidad bonaerense, hizo que una aceitera tuviera que suspender la molienda al quedarse sin mercadería para procesar.

A esto se le sumaron actos de vandalismo, como la quema de un camión que se encontraba adentro de una planta de acopio en Tandil, a la cual los agresores ingresaron tras romper el alambrado perimetral.

La coacción ejercida sobre el resto de los transportistas también implicó a camiones que transportaban piedras para las obras de la escollera del puerto de Quequén o productos como frutas y verduras.

Se cuenta de un camión que iba al mercado concentrador de Mar del Plata y que para pasar por medio del piquete pidió protección policial. Pero 50 km después de pasar Necochea y cuando los móviles se volvieron, fue baleado por desconocidos.

“Instamos (…) a encauzar los conflictos a través de un diálogo civilizado, evitando caer en la intolerancia o la imposición de la razón por la fuerza”, dijo Weskamp y llamó a las autoridades provinciales a no permanecer indiferentes.

En Necochea, donde el intendente es radical, se quejaban de la pasividad del gobierno de Solá.

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