El ciclo 2008/09 será la tercera campaña consecutiva en la cual la industria molinera, los exportadores y el gobierno nacional se apropiarán de buena parte del ingreso de los productores de trigo.
Así lo recordó un comunicado enviado anoche por Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). En los últimos tres ciclos el derecho de exportación nominal aplicado sobre el trigo fue del 20% y luego se aumentó al 28%.
Sin embargo, gracias a la intervención del mercado triguero implementada por el gobierno nacional, en dicho período la retención real se ubicó en un promedio del 40% (con máximos de hasta el 48%).
‘Esta distorsión en el precio del trigo generó un coto de caza para que los molinos hagan un gran negocio a costas de los productores’, indicó Javier Jayo Ordoqui, secretario de CRA.
Sin embargo, ‘el gobierno siguió empecinado en destruir el aparato productivo y beneficiar a la industria y la exportación, y lo peor es que lo esta logrando: en esta campaña se prevé una caída del 30% de la producción respecto al año anterior’, añadió.
‘Después de tres campañas de brutales transferencias en el mercado de trigo, el gobierno nacional no logró el objetivo que decía buscar ‘contener el precio del pan’ aunque sí provocó una enorme transferencia de ingresos desde los productores a la exportación y la molinería’, explicó Jayo Ordoqui.
La historia de la intervención del mercado de trigo comenzó en mayo de 2006, cuando en la ‘craneoteca’ oficial alguien consideró que el entonces derecho de exportación del 20% aplicado sobre el cereal ya no era suficiente y que había que buscar otros mecanismos para recortar los valores internos del trigo.
Fue así como a fines de mayo de ese año, imprevistamente, la Secretaría de Agricultura de un día para el otro aumentó el precio FOB oficial del trigo de 152 a 182 u$s/tonelada, lo que generó que la retención real sobre el cereal pasara de 20% al 24%.
En su momento esta jugada fue considerada como algo grave, aunque con el tiempo parece ya un suceso menor, dado que por sucesivas maniobras ‘con efecto acumulativo’ el sistema de formación de precios del cereal fue totalmente destruido.
El resultado de eso es que el valor interno del cereal es fijado de manera unidireccional por la exportación y la molinería. En tal escenario, el productor debe agachar la cabeza y vender; su único mecanismo de defensa es, sencillamente, no sembrar más trigo.
‘La industria molinera deberían blanquear que el verdadero valor agregado de las exportaciones de harina se basa en el precio arbitrario que este gobierno permitió que los molinos le pagasen a los productores’, indicó el presidente de CRA Mario Llambías.
Gráfico: evolución de la retención efectiva o real (producto del derecho de exportación nominal + descuento aplicado por el exportador/industria). Fuente: CRA

