Las dos plantas que tiene la firma Don Roque Vassalli en Firmat están equipadas con tecnología avanzada en la fabricación de cosechadoras. La empresa tiene otra planta destinada a investigación y desarrollo.
Infocampo participó de una visita a las dos plantas de construcción con el objetivo de comprender los secretos desde que el láser corta la primera pieza de metal hasta que se entrega la máquina terminada.
Don Roque Vassalli tiene 550 empleados directos y una capacidad de producción de 800 cosechadoras por año. No obstante, ahora están fabricando entre 550 y 600 unidades, con lo que tienen un colchón para ampliar su capacidad productiva actual.
Con la reapertura, se reformuló el sistema de producción optimizando la operatividad de ambas plantas. En materia de infraestructura se completó la prolongación de las cuatro naves de fabricación. Se instalaron dos nuevos puentes grúa y dos tornos a control numérico de máxima precisión. También se incorporó un nuevo equipo de corte por rayo láser que permite cortar en forma simultánea chapas de diferentes características, evitando perder tiempo.
Organización. Las dos plantas tienen 99.000 metros cuadrados. Son galpones muy grandes y luminosos. Todo está muy bien distribuido: área de soldado, corte, ensamblado, pintura y electricidad. La producción avanza a razón de una máquina por día, aproximadamente.
¡§La diferencia nuestra no es tanto de tecnología que se le incorpora a la máquina, ya que casi todos, en este nivel, disponen de lo mismo, pero sí de la confiabilidad y robustez de las máquinas que salen de acᡨ, explica uno de los técnicos de planta.
Desarrollo. Cada año y medio Vassalli propone un modelo nuevo. El objetivo es mejorar los rendimientos, disminuir las pérdidas, bajar los costos operativos y lograr un mantenimiento más económico.
El proceso de desarrollo de un nuevo modelo es el siguiente: los ingenieros analizan las necesidades de mercado. Luego se diseña el prototipo y se hace una primera serie de diez equipos que se colocan en diferentes zonas del país para probarlo ante diferentes situaciones de clima y suelo. Luego de una campaña, las cosechadoras vuelven al taller para analizar las piezas que más se han desgastado y mejorar la versión para así, finalmente, comenzar la producción en serie.
Juan I. Martínez dodda
jdodda@infocampo.com.ar
