“En nuestro trabajo, realizado hace unos meses y que concluimos hace poco, comparamos la evolución del complejo oleaginoso argentino con el de Estados Unidos y Brasil, y notamos que hay una especialización a nivel mundial de commodities, el tema forrajero está más orientado a los Estados Unidos y el oleaginoso está más concentrado en Sudamérica y, en particular, en lo que es Argentina”, aseguró Gustavo López, asesor de la Fundación Producir Conservando.
“En la Argentina, el complejo oleaginoso es una industria de exportación, no consumimos tanto como Brasil y Estados Unidos, los últimos años se trasluce en una producción récord, muy pujante. A partir de la incorporación de nuevas plantas a lo largo del río Paraná y lo que es el complejo productivo en su conjunto y todo lo que es la logística portuaria, diría que estamos en la avanzada de lo que es el complejo sojero a nivel mundial”, añadió López.
Respecto a la posibilidad de que se superen las 40 millones de toneladas de producción de soja, el especialista de Producir Conservando dijo que se estima que hacia fines de esta década y principios de la próxima se estaría en alrededor de las 60 millones de toneladas.
Con relación a las limitaciones al crecimiento, López manifestó que “lo que nos planteamos en este informe, es que si bien se cubrieron algunos aspectos como industrialización y logística portuaria, todavía quedan elementos gravitantes como la capacidad de almacenaje que hoy es deficitaria en toda la cadena productiva”. También mencionó que existen problemas con el transporte y la movilización de estos graneles, que cada vez son mayores y están más concentrados en el tiempo. “De niveles de 75 a 80 millones de producción de los últimos años, prácticamente un 20% es de cosecha fina, que sale a fines de año y después en abril o mayo se concentran 65 millones de toneladas”, ejemplificó.
