Los gobiernos de Qatar y Bielorrusia suspendieron temporalmente las importaciones de carne brasileña, por el caso de encefalopatía espongiforme bovina (EEB), conocido como “vaca loca”, denunciado en diciembre en el vecino país.
Según la agencia brasileña Estado, hasta el momento 12 países han suspendido las importaciones de productos brasileños: Japón, China, Sudáfrica, Arabia Saudita, Corea del Sur, Taiwán, Perú, Belarús y Rusia y Qatar. En tanto, Líbano y Jordania suspendieron las compras sólo de los estados de Paraná y Chile prohibió la carne con hueso.
Según el Ministerio de Agricultura, los países que han suspendido temporalmente las importaciones representaron aproximadamente el 5% de las exportaciones de carnes bovinas de Brasil en 2012 y no deben afectar la balanza comercial de ganado brasileño.
El gobierno apunta a datos del Ministerio de desarrollo, que muestra aumento de 45,7% en las exportaciones de carne de res hasta la tercera semana de este mes, en comparación con el mismo período en enero el año pasado.
El Ministerio de Agricultura informó que los días 26 y 27 de este mes se realizará una misión técnica en Teherán, Irán, teniendo en cuenta la solicitud del Gobierno iraní que aclare el episodio de EEB.
La Misión estará compuesta por los directores de Salud Animal, Guilherme Marques y sanitarias y fitosanitarias negociaciones, Lino Colsera, que se reunirán con los directores de salud animal y técnicos sanitarios de Irán. Según el Ministerio de agricultura, el encuentro en Irán es parte de las acciones del Gobierno brasileño para intensificar la ayuda a los socios comerciales sobre el caso de EEB.
Los expertos señalan después dará explicaciones a la Organización para la Salud Animal (OIE) y la Organización Mundial del comercio (OMC).
El caso que puso en aprietos a los exportadores brasileños fue detectado en una vaca que murió en 2010 por causas diferentes de la EEB. Sin embargo, exámenes posteriores confirmaron en diciembre que el animal presentaba una variante atípica de la enfermedad que no revistió nunca riesgo para el rebaño, según autoridades brasileñas.
La Organización Mundial de Sanidad Animal ratificó poco después el estatus de Brasil como país “con riesgo insignificante” en esa enfermedad.
El gobierno de Dilma Rousseff lanzó una ofensiva diplomática para desbloquear el comercio de carne bovina e impedir que grandes compradores como Rusia o Irán frenaran los embarques brasileños.
En 2012 Brasil obtuvo ingresos récords de 5.770 millones de dólares por exportaciones de carne bovina, según la Asociación Brasileña de Exportadores de Carne.
