En una entrevista realizada por Infocampo a la directora nacional de protección vegetal del Senasa se habló de la sanidad en los principales cultivos del país.
Es así que explicó que el sorgo de alepo, resistente a glifosato, es un problema que está estabilizado en las campañas 2005/06 y 2006/07. En este contexto,
Guillén explicó que no es una mancha de aceite extendiéndose. “Hay algunos productores que están aplicando medidas con éxito, y otros a quienes las estrategias utilizadas no les han respondido, lo que se recomienda es hacer ajustes en los equipos y estamos revisando la posibilidad que se obligue a que las máquinas se limpien”, explicó Guillén.
Otro punto recomendado por los expertos es no utilizar mezclas al momento de pulverizar ya que se podría generar resistencia cruzada; lo que sí indican es aplicar glifosato, luego el graminicida en forma secuencial.
Por otra parte, la ingeniera se refirió a los cítricos que están ingresando sin inconvenientes al mercado europeo. “La campaña no ha tenido intercepciones con Europa, el único inconveniente es que las heladas locales han generado bastantes problemas en materia de calidad”, indicó. Para este sector, una misión de Estados Unidos va a venir a Tucumán para realizar el análisis de riesgo de plagas de cítricos. Por lo tanto, si los resultados son buenos y no hay problemas de cancrosis se podría ingresar nuevamente a ese país con limones de Tucumán. Recordamos que se dejaron de enviar por la aparición de cancrosis en el NOA.
Para manzanas y peras, el Senasa comenzó con un cambio tecnológico en el manejo de carpocapsa. El año pasado se hicieron 9.300 hectáreas bajo progama con confusión sexual, es así que la plaga ha bajado en forma sustancial y también hubo un descenso en el número de aplicación de plaguicidas.
Para este año esperan alcanzar 17.000 hectáreas de pequeños y medianos productores más las que hacen las empresas privadas.
“En cuatro, cinco años esperamos llegar al 90% de toda la superficie del valle bajo programa, esto sería de 37 a 40.000 hectáreas”, explicó Guillén. Además comentó acerca de la enfermedad Sharka, que afecta a la fruticultura; la misma se había detectado en San Juan en 2005. Actualmente la enfermedad está erradicada pero hay cuatro laboratorios, tres del Inta y uno del Senasa que están buscando la plaga en forma sistemática .
Por su parte, en Mendoza hay una quinta en cuarentena en la que se están utilizando recomendaciones de un experto de España con conocimientos en el tema.
El picudo algodonero
El picudo algodonero actualmente está en expansión y es una plaga suficientemente compleja de erradicar.
Afecta a un 20% del área productiva, esto sería cerca de 40.000 hectáreas en el norte del país, principalmente en Chaco y Formosa.
Para evitar su avance, las medidas que se utilizan son: concentrar la siembra y la cosecha; utilizar variedades de ciclo corto y erradicar o sacar los rastrojos y quemarlos.
Una de las tareas que lleva adelante el Senasa es contener y transferir tecnología al productor. Además se debe tener en cuenta que quienes se dedican a esta producción lo tienen como medio de vida. Chaco es una de las provincias más afectadas con esta plaga, y debido a las inclemencias climáticas sufridas en las últimas campañas no tiene la posibilidad de concentrar la cosecha.
El presupuesto que se estaba manejando en el sector era muy bajo para poder realizar una correspondiente campaña, es así que la Sagpya inyectó 7 millones de pesos anuales. Igualmente se indicó que para lograr una estrategia óptima de erradicación se deberían utilizar 10 millones de dólares al año.
Las zonas afectadas en nuestro país estan divididas por área roja, amarilla y verde. Además, hay una zona intermedia donde se lleva adelante un trabajo profundo. El principal problema de la plaga es que el viento la hace avanzar.