Según las estimaciones agrícolas mensuales elaboradas por la Secretaría de Agricultura de la Nación, el balance final de superficies sembradas, indican que el total implantado con trigo será de 5.000.000 de hectáreas, lo que representa una disminución cercana a 20% en relación con la anterior campaña.
La falta de humedad adecuada trajo también como consecuencia, una disminución en las coberturas previstas en el norte de la región triguera (Chaco, Tucumán, Santiago del Estero) originalmente con este cereal.
Los cultivos del centro y norte santafesino y de Córdoba, están padeciendo situaciones de estrés climático, situación que -de no revertirse- ocasionará caídas en las productividades físicas por hectárea. También se registraría una caída similar para el sorgo granífero (-5%), con una intención de cobertura de 585.000 hectáreas. Para el arroz se estima una leve recuperación (1%) con una cobertura de 166.000 hectáreas.
El área implantada con maíz en la campaña de referencia, superior a 3.330.000 hectáreas, representó una suba de 11,6 % con relación a la del ciclo precedente. Las principales causas del incremento señalado, fueron las mayores coberturas registradas en el centro bonaerense, sur de Santa Fe, Entre Ríos, este de Córdoba, el Chaco, Santiago del Estero y Tucumán. La superficie implantada con soja en esta campaña alcanzó las 14,4 millones de hectáreas. Esta disminución de cobertura (-0,9%), se debió a la menor superficie concretada en La Pampa, Córdoba, el Chaco y Santiago del Estero, a pesar del mantenimiento en Buenos Aires y Santa Fe, y al crecimiento de Entre Ríos y de algunas provincias extrapampeanas. En la campaña se han verificado excelentes rendimientos en el este y sur de Córdoba y el sur santafesino (cercanos a los 40 qq/ha); mientras que en el norte bonaerense, se han levantado los cultivos con rendimientos algo inferiores (38 qq/ha). Esto permite afirmar que la producción fue superior a las 38,3 millones de toneladas, superando a la anterior en más de 21 por ciento.
