En planteos mixtos de producción agrícola-ganadera, tanto de cría como de invernada o tambo, los recursos forrajeros invernales suelen ser un cuello de botella para lograr mantener altas cargas por ha durante esta época del año, permitiéndonos aprovechar eficientemente las altas tasas de crecimiento de las pasturas y forrajes en general de la primavera. En este sentido, la SD de este recurso invernal provee ventajas en cuanto al aumento de la intensidad de la rotación de cultivos ya que nos permite la siembra de los mismos inclusive antes de la cosecha del cultivo invernal, ya que existe la posibilidad de realizarla al voleo en la madurez fisiológica del cultivo en pie vía aérea, o después de la cosecha. Este adelanto ayuda a un rápido establecimiento del verdeo, lo que nos provee de forraje de calidad temprano en el otoño y luego en el invierno. Por otro lado, la siembra directa nos favorece en cuanto a la disponibilidad de “piso” para los primeros pastoreos de otoño. Otro punto a favor en cuanto a la rotación e intensificación de la misma es que hay materiales que nos permiten volver a ciclos agrícolas luego del aprovechamiento invernal. Por otro lado, la fertilización es un punto en el que debemos hacer hincapié ya que los verdeos tienen excelentes respuestas a esta tecnología. En ensayos llevados a cabo por la regional Bahía Blanca de AAPRESID se obtuvieron en rye grass respuestas de 28,5 kg MS / kg de N aplicado en forma de urea, lo que representa alrededor de 1.600 kg de MS/ha en rye grass. Este verdeo manifestó respuestas importantes a pesar de condiciones reinantes de sequía en la anterior campaña; esto se debe a su alta eficiencia en el uso del nitrógeno y al gran potencial de producción de los nuevos cultivares disponibles en el mercado.
Joaquín Rabasa
Especial para Infocampo
Responsable de coordinación de Regionales AAPRESID
