El herbicida glifosato es el principal agroquímico del mercado argentino. Según datos de Casafe, en 2005 se consumieron más de 150 millones de litros, por un valor de u$s431 millones, en sus principales formulaciones.
Pero una parte de ese consumo corresponde al principio activo importado en su enorme mayoría de China y formulado localmente hasta la obtención del herbicida que utiliza el productor.
De acuerdo con la información del comercio exterior argentino, en 2006 se importaron 30.896 toneladas del principio activo por un valor de u$s98,82 millones, lo cual significó una reducción de 7% en volumen respecto de 2005, pero de 16% en valor.
Es que el precio promedio del kilogramo cayó de u$s3,51 en 2005 a 3,19 en 2006.
El principal importador fue Atanor, una compañía perteneciente al grupo estadounidense Albaugh, con 14.118 toneladas por un valor u$s46,65 millones, empresa tras la cual se ubicaron Nidera (para su línea de productos Zamba), Ciagro (un gran distribuidor de agroquímicos originario de Santa Fe, con su marca Eskoba), Monsanto (para su marca Roundup), Vicentin y ACA (ver cuadro).
A este volumen hay que agregarle las importantes compras que realizó Syngenta Agro SA, pero de glifosato ya formulado (en bidones de 20 litros) a su par de Brasil. En total trajo 7,21 millones de litros por un valor de 26,73 millones de dólares.
A pesar de que existe fabricación nacional del principio activo en manos de Atanor y Monsanto, las compras externas vienen mostrando un crecimiento sostenido. De un promedio de 26.200 toneladas en el trienio 2000/02, las importaciones saltaron 19% para ubicarse en un promedio de 31.200 para el trienio 2004/06. Según los datos de Casafe, el principal consumo de herbicidas se produce en el cultivo de soja y para el mantenimiento de los barbechos químicos. Sobre un mercado de u$s637 millones en 2005, estos dos usos significaron u$s475 M o el 74%.
Por otra parte, el glifosato es un negocio donde participan una gran cantidad de jugadores. En 2006 más de 30 compañías importaron el producto, muchas de ellas de tipo pyme. En tanto, la Asociación Argentina de Protección Vegetal y Ambiental (Asaprove) informa sobre 137 inscripciones de marcas comerciales de glifosato.
Javier Preciado Patiño
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