Los especialistas explicaron que las condiciones meteorológicas en que se desarrolló la campaña agrícola 2006/07 provocaron que las enfermedades de fin de ciclo aparecieran mucho más tardíamente.
No obstante, Diego Bancalari Solá, responsable del panorama agrícola de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, subrayó a Infocampo que las últimas lluvias torrenciales podrían generar algún perjuicio en el llenado de los granos de los cultivos más retrasados, es decir aquellos que se resembraron por la granizada del 25 de diciembre pasado y, sobre todo, aquellos que no fueron tratados con fungicidas.
El especialista reconoció que el grueso de la cosecha de soja no estaría en esta situación, pero advirtió que esta minoría va a restar en los cómputos finales, en una campaña que llegaría a los 45,5 millones de toneladas.
En un encuentro realizado por el Ministerio bonaerense, técnicos explicaron a los productores el comportamiento diferencial de algunas variedades, con diferentes ciclos de cultivares, frente a las enfermedades, como Septoria, Cercospora y el complejo Phomopsis-Diaporthe.
También se recomendó a los productores que recorran los lotes y determinen qué agentes causan las manchas de hojas, tallos y vainas, porque algunas enfermedades, como las bacteriosis, no se curan con los fungicidas.
Otro de los consejos fue la aplicación de fungicidas previo a que el cultivo haya llenado los granos, y aclaró que en un tratamiento tardío, la capacidad de que la soja llegue a manifestar una mejora es muy baja.
Al mismo tiempo, se alertó que muchas de las enfermedades de fin de ciclo se âtransportanâ con la semilla, por lo que si se siembra con materiales provenientes de un lote infectado, es altamente probable que se produzca un contagio.
