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Stine Seeds, la meca mundial de los genetistas de soja en manos de su profeta, Harry Stine

Su marca no es tan conocida por estas latitudes como Monsanto, Asgrow o Pioneer, pero Stine Seeds es la compañía privada (es decir que no cotiza en Bolsa) de genética de soja más grande de los EE.UU., y la cuarta en tamaño en ese mercado.

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Por Infocampo

Su historia se remonta a mediados del siglo XX, cuando William Stine funda Stine Seeds Farm en el estado de Iowa. Con el ingreso de su hijo Harry al proyecto, la semillera comienza a hacer mejoramiento de soja a mediados de los 60. Una de las claves fue la incorporación del fitomejorador Bill Eby, cuya influencia llega hasta nuestras pampas, ya que tuvo entre sus discípulos a Marcos Quiroga, líder del breeding de Asociados Don Mario, en los 90.

Las cosas le fueron lo suficientemente bien a Harry Stine como para que la revista Forbes lo sindique como el hombre más rico de Iowa, con una fortuna de u$s3.100 millones y se ubique 211 en el ránking de los 400 billonarios del mundo.

Aparentemente, la clave de su éxito radicó en la habilidad para licenciar sus variedades a otras semilleras. Junto con Eby conformaron Midwest Oilseeds, también con base en Iowa, con el objetivo de desarrollar germoplasma del que proveen “a una sustancial porción de la genética sembrada en los EE.UU.”.

En los 90 fue creada Stine Biotechnology con el objetivo de desarrollar tecnologías de inserción de genes en las plantas. En 2003 debuta con una tecnología denominada Aerosol Beam Injector, con este fin.

La compañía también opera en el negocio del maíz, para el cual lograron híbridos resistentes a glifosato sin necesidad de introducir ADN de otras especies. Con la tecnología denominada cisgenia, el Usda autorizó el evento HCEM 485.

Una de las características de la compañía es su capacidad de concretar alianzas.

En 2009 se convirtió en un fuerte socio de Bayer para colocar en el mercado de los EE.UU. germoplasma de la oleaginosa con el gen de resistencia a glufosinato de amonio o Liberty Link.

El acuerdo fue motorizado vía MS Technologies, una compañía vinculada con Harry Stine y fundada en 2004, que también lleva adelante la difusión de la tecnología Enlist de Dow (resistencia a 2-4D, glifosato y glufosinato).

Más recientemente, en 2013, MS Technologies acordó la colaboración con Bayer CropSciences para desarrollar la soja Balance GT, que le otorga resistencia al glifosato y al herbicida isoxaflutole.

Ahora los ojos de este self-made-man están puestos en el mercado chino, en donde ha comenzado a licenciar genética. El puente que cruza el Pacífico es el China Iowa Group, una empresa dedicada a promocionar el intercambio comercial entre ese estado y el gigante asiático.

Uno de los puntos centrales en el negocio de Stine fue la propiedad intelectual. En los 90 logró las primeras para la soja, y en la actualidad acumula unas 900, de las cuales el 75% se relaciona con la oleaginosa y el resto con el maíz.

Según la prensa de los EE.UU., anualmente, directa o indirectamente, cobra regalías por sus creaciones sobre unas 25 millones de hectáreas plantadas.

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