Se está avanzando en la última etapa del Plan Maestro del Río Salado, el cual se encontraba inconcluso y requerirá una inversión de 1.000 millones de dólares entre Nación y Buenos Aires.
La industria semillera busca nuevos genotipos que sean superadores a los actuales, pero según indican investigadores, muchas veces no identifican el motivo.